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Cómo preparar granola casera

Cómo preparar granola: Ingredientes básicos, preparación y tres recetas

Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.
Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.
Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.

He estado más loca de lo que acostumbro.

Pasando por una de esas épocas, no sé a ti te pasa, una de esas, en las que, plenamente consciente de que estás de lo tuyo, y grave, tienes que seguir aparentando que eres un ser humano normal, con todas sus funciones conservadas, mientras tu mundo interno es una jaula de grillos.

Así llevo unas semanas.

Paseándome con un «traje de Edgar«, como el bicho de Men In Black I. Protagonista de una vida normal, mientras me siento más capaz de encajar en el Freak Show de American Horror Story que en ningún otro lugar.

Por eso. Porque había que aplicar medidas excepcionales para estados de conciencia excepcionalmente alterados, me puse a preparar granola.

Pocos lugares pueden reconfortarte tanto como un horno en el que se están tostando cereales y frutos secos bañados con miel.

Pocas cosas son tan sencillas.

Y está tan buena que, si empiezas a desayunar esta mezcla hecha en casa, no podrás volver a comprar esas -carísimas, porque son caras- mezclas de bolsa, sin arrugar el morro.

Preparar tu propia mezcla de granola es sencillo AF. Además de que es la única opción que te permitirá controlar de verdad qué cantidad de azúcar llevará.

[*En relación con esto, déjame mencionar que una granola comercial en concreto -archiconocida marca- lleva tanto azúcar que después de desayunar, te pega un subidón que ni en las mejores macro-discotecas de los ’90. Con esta que comento, hasta me dolían los ojos mientras me lloraba el páncreas.]

Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.
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Cómo preparar granola casera:

Simples y básicos

La granola, no es más que una mezcla de cereales y lo que quieras añadir. Tipicamente copos de avena, mezclados con frutos secos. Esta mezcla se baña en un almíbar o jarabe dulce. La horneas ¡Y lista en 15 minutos!

Es tan sencilla de preparar, que en lugar de compartir una receta, he pensado que compartir sus básicos, y que, a partir de estos, puedas hacer la receta como más te guste a ti o como la toméis en casa, tiene mucho más sentido.

Al final de la receta básica, te propongo tres ideas de receta, que son las que he preparado yo -en este intento de reparar mi estado mental-.

Añade, quita o sustituye a tu gusto. Respetando los dos grupos básicos de ingredientes, lo demás es campo abierto para la experimentación.

Puedes añadir frutas deshidratadas, cualquier cereal, incluso quinoa (precocida y triturada para formar bolitas o «pegotitos» rollo crumble)  o espelta en grano (precocida).

O frutos secos, los que quieras. Chocolate o cacao, si te gusta empezar el día dándote un baño de feniletilamina.

Puedes añadir azúcar extra o hacerla sin azúcar añadido, ponerle especias…Libertad total en tu desayuno.

Granola casera

Los básicos de la granola son dos: 

  1. Los ingredientes líquidos: El sirope, jarabe o almíbar.
  2. Los secos. los cereales, frutas, frutos secos, chocolates, semillas y otros ingredientes, que bañas en el sirope  y que, tras el horneado, convierten una mezcla de avena y nueces en un mágico quitapenas.

Almíbar o jarabe:

Es el baño dulce en el que empapas la mezcla de cereales para darle sabor, dulzor y que quede extra crujiente tras hornearla.

Lleva:

  • Endulzante: puedes utilizar miel, sirope de arce o sirope de agave, pero también glucosa, azúcar invertido o sirope de maíz.
  • Grasa: aceite, mantequilla, manteca de frutos secos.
  • Agua o zumo: para diluir el azúcar invertido.
  • Saborizantes, extractos, especias, ralladura de cítricos.

Mezcla para la granola:

Los cereales y otros ingredientes que se tuestan deliciosamente bañados en el jarabe.

Puedes ponerle:

  • Azúcar: es opcional. Puedes añadir también otro tipo de endulzante o no añadirlo directamente.
  • Copos de cereales
  • Frutos secos
  • Frutas deshidratadas
  • Semillas, cereales en grano, chocolate…Lo que tú quieras.
  • Opcional: leche desnatada en polvo, como aglutinante.

Preparación:

Para preparar granola sólo necesitas:

  1. Una bandeja de horno
  2. Una lámina antiadherente (tipo silpat) o papel de horno
  3. Dos o tres boles, una jarrita y, quizá un cacito, varilla y espátula.

Antes de empezar:

Pon una rejilla de horno en la ranura inferior y precalienta el horno a 175º. Prepara una bandeja de horno cubriéndola con papel de horno o silpat.

  • En un cacito o recipiente para microondas mezcla y calienta los ingredientes húmedos: el endulzante, la grasa, el zumo o agua y lleva a fuego suave, mientras remueves suavemente con una varilla, hasta que esté bien integrado.
  • En un bol aparte mezcla los cereales, frutos secos, semillas, chocolates, la leche en polvo y el azúcar.
  • Vierte el sirope caliente sobre los ingredientes secos y remueve hasta que los cereales estén perfectamente cubiertos por el jarabe.
  • Esparce la mezcla en la bandeja de horno preparada previamente y hornea 20-25 minutos, abriendo ocasionalmente el horno para romper la mezcla con una espátula o cuchara de madera.
  • Cuando los copos de cereales estén doraditos, saca la granola del horno y deja que se enfríe, en la bandeja, sobre una rejilla. Si han quedado pedazos grandes puedes romperla cuando está aún caliente o mientras se enfría.
  • Una vez frío, conserva en un recipiente hermético o una bolsa para congelar hasta el momento de utilizarla.
  • Se conservará perfectamente 7-10 días a temperatura ambiente, 15-20 días refrigerada. Puedes congelar la mezcla.

El proceso es muy similar entre recetas, contando con que si vas a añadir chocolate, debes hacerlo una vez horneada la granola, o, con que si prefieres no tostar las fruta deshidratada o los frutos secos, puedes hacerlo mismo.

Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.
Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.
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Cómo preparar granola casera y 3 ideas

Puedes preparar granola con los ingredientes que a ti te gusten, variando las cantidades de unos u otros, eligiendo el cereal que más te guste o como tú prefieras, siempre que mantengas los dos grupos básicos: Un jarabe (endulzante, grasa y líquido para empapar) y cualquier mezcla de cereales.

Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.

Granola casera

Plato Desayuno

Equipment

  • Una bandeja de horno
  • Una lámina anti-adherente (tipo silpat) o un pedazo de papel de horno
  • Dos o tres boles, un cacito, varilla y espátula.

Ingredientes
  

  • Humedos: Sirope o baño dulce
  • Endulzante: miel, sirope de arce o sirope de agave, glucosa, corn syrup o azúcar invertido
  • Grasa:aceite, mantequilla, manteca de frutos secos
  • Agua o zumo
  • Saborizantes: extractos, pastas concentradas, especias, ralladura de cítricos.
  • Secos: Mezcla para granola: cereales, frutos secos, chocolate…
  • Azúcar
  • Copos de cereales
  • Frutos secos
  • Frutas deshidratadas
  • Semillas cereales en grano, chocolate…al gusto
  • Opcional: leche en polvo

Elaboración paso a paso
 

  • Antes de empezar: Pon una rejilla de horno en la ranura inferior y pre-calienta el horno a 175º. Prepara una bandeja de horno cubriéndola con papel de horno o silpat.
  • En un cacito o recipiente para microondas mezcla y calienta los ingredientes húmedos: el endulzante, la grasa, el zumo o agua y lleva a fuego suave, mientras remueves suavemente con una varilla, hasta que esté todo bien mezclado. En un bol aparte mezcla los cereales, frutos secos, semillas, chocolates, la leche en polvo y el azúcar
  • Vierte el sirope caliente sobre los ingredientes secos y remueve hasta que los cereales estén perfectamente cubiertos por el jarabe.
  • Esparce la mezcla en la bandeja de horno preparada previamente y hornea 20-25 minutos, abriendo ocasionalmente el horno para romper la mezcla con una espátula o cuchara de madera.
  • Cuando los copos de cereales estén doraditos, saca la granola del horno y deja que se enfríe, en la bandeja, sobre una rejilla. Si han quedado pedazos grandes puedes romperla cuando está aún caliente o mientras se enfría.
  • Una vez frío, conserva en un recipiente hermético o una bolsa para congelar hasta el momento de utilizarla.
  • Se conservará perfectamente 7-10 días a temperatura ambiente, 15-20 días refrigerada. Puedes congelar la mezcla.

Notas

Granola de pecanas y cúrcuma

Ingredientes:

4 cucharadas de miel o maple syrup
5 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de zumo de limón o agua
1 cucharada de leche desnatada en polvo
1 pizca generosa de sal
150 gr. de copos de avena grueso
50 gr. de copos de avena (los que están semi-picados)
30 gr. de Dark Brown Sugar
70 gr. de nueces pecanas (u otro fruto seco que te guste)
Opcional: ½ cucharadita de cúrcuma

Granola de súper chocolate

Ingredientes:

60 gr. de miel
50 ml. aceite de oliva
30 ml. de agua
1 cucharada de leche en polvo
1 cucharadita de vainilla en pasta
½ cucharadita de canela
Una pizca generosa de sal
90 gr. de copos de avena grueso
90 gr. de copos de avena (los que están semi-picados)
35 gr. de Dark Brown Sugar o panela
30 gr. de cacao natural sin azúcar
50 gr. cocoa nibs
100 gr. de chocolate negro (85% o sin azúcar)

Granola de centeno, nueces y chocolate

Ingredientes:

50 gr. de miel
45 gr. de mantequilla fundida o AVOE
30 ml. (2 cucharadas) de agua
1 cucharadita de vainilla en pasta
Una pizca generosa de sal
45 gr. de copos de centeno
45 gr. de copos de avena grueso
70 gr. de copos de avena finos (los que están semi-picados)
40 gr. de nueces
40 gr. de Dark Brown Sugar o panela
1 cucharada de leche en polvo
70 gr. de chocolate negro (85% de cacao o sin azúcar)
Granola Casera. Receta de granola. Cómo preparar granola.

Mitos y leyendas alimentarios

La granola es sana, sí.

La granola, aunque si la preparas sin endulzantes adicionales (MIEL INCLUIDA) no llevará azúcares añadidos, contiene azúcares de forma natural, ya que sus ingredientes, los cereales, son alimentos ricos en hidratos de carbono.

Puede ser saludable, llevar ingredientes sanos, y, según los elijas pueden ser no procesados, PERO no es hipocalórica, ni light, ni otra cosa que un alimento lleno de energía. Sí tiene la ventaja de que puedes ajustar la receta, y convertirla en un alimento todo lo sano que tú quieras.

Sin embargo, es una mezcla de cereales (azúcar) que bañas con un sirope o jarabe (azúcar y agua), y grasa (puede ser sana, pero tiene el doble de Kcal. por gramo que los azúcares).

Si eliges prepararla con miel y AVOE, incluso suprimiendo el azúcar añadido a la receta -en las ideas que te propongo, pero que puedes eliminar  sustituir sin problema- sigue siendo una mezcla de azúcar, grasa y más azúcar, ya que la miel es azúcar (82%) y agua (18%). Es un azúcar invertido cuyo procesado hacen  amablemente las abejas, pero azúcar al fin y al cabo (glucosa y fructosa).

Por lo que si un alimento lleva miel, no es un alimento sin azúcar.

Puedes suprimir el azúcar adicional, tanto de las ideas de receta del final del post, como de tu dieta, bien por motivos de salud, o como elección dietética, que la granola no dejará de alimentar tu cerebro mientras lleve cereales, frutos secos o frutas deshidratadas.

Sin embargo, tanto si eliminas el azúcar de estas recetas como si no lo haces, la granola resultante será un alimento saludable, pero calórico, por tanto un aporte de energía, que, si es parte de una dieta equilibrada -guiada por el sentido común- y que consumes de forma ajustada a las necesidades energéticas de tu actividad, o que puedas equilibrar mediante la carga de trabajo físico, es sana.

SOBRE EL AZÚCAR

Azúcar de mis entretelas ¿Es verdad que eres maligno?

Breve -no tan breve- speech sobre el enemigo público nº 1: el azúcar

-Los monólogos del azúcar:-

El azúcar, pobre enemigo «namber güan» de la última década- no un malo de Marvel, es una fuente de energía. Este es su sentido en la vida. Es la gasolina del cerebro, cuyo combustible es la glucosa y es energía rápida para el cuerpo.

No es una droga, aunque su acción implique a los mismos circuitos cerebrales que otras sustancias psico-activas, ni tampoco es un veneno, aunque su consumo puede producir problemas de salud.

Los azúcares son un nutriente esencial y por eso su acción en nuestro organismo puede tener efectos adversos, que van mucho más allá del peso o la talla. Sin embargo, no es venenoso salvo que por motivos de salud debas restringir su consumo.

Ahora bien, saber que la glucosa es «gasolina para el cerebro» no quiere decir que necesitemos consumir azúcar refinado ni que esta sea la única forma de alimentar nuestro cerebro con los azúcares que necesita -quédate tranquilo que la glucosa la sintetiza el cuerpo a partir de los azúcares que consumimos, no hay licencia para beber a morro sirope de maíz, ni falta que hace-.

Hay muchos azúcares, diferentes por su composición química, de los que nuestro organismo puede obtener glucosa. La fruta es azúcar y aporta energía rápida. Pan, pasta hortalizas, tubérculos…

Una manzanita oye, y nuestro cerebro feliz.

Por eso, sin caer en el maniqueísmo de «azúcar sí o azúcar no, que es droga», sí es cierto que, como con todos los demás alimentos y nutrientes, es útil entender qué aporta y cómo afecta a nuestro organismo, para consumirlo de una forma responsable.

¿Por qué el azúcar ha sido tildado de «droga»‘

Es cierto que el consumo de azúcar incide en los mismos circuitos cerebrales que muchas sustancias adictivas: el sistema de recompensa (circuitos dopaminérgicos).

Nuestro cerebro, más preocupado por nuestra supervivencia y por el día de mañana, que por nuestra talla y nuestra longevidad, garantiza que buscaremos el alimento que él necesita dándonos una descarga de «gustico-dopamina-« cuando conseguimos algo útil para él,  nuestro cerebro: azúcar, por ejemplo. Pero también una pareja sexualmente atractiva o validación social, hay muchas cosas que le gustan a nuestro cerebro, y todas  suelen estar relacionadas con nuestra supervivencia.

Nuestro sistema de recompensa codifica todo aquello que garantiza que sobreviviremos, ya que es una estructura cerebral subcortical que compartimos con todos los demás mamíferos. Vamos, que no es muy no es de reflexionar este área cerebral…

En este caso, el azúcar (o la más adictiva de todas las mezclas: el 50% de azúcar-50% de grasa) es una forma eficaz de que nosotros consigamos hoy alimento y calorías a mansalva y, que vivamos para ver amanecer mañana.

Aunque sobre este tema podríamos extendernos mucho más, para hablar sobre nuestro aprendizaje y las asociaciones que guían nuestro comportamiento alimentario, por no matarte de aburrimiento, sólo diré que la  relación del azúcar con la adicción radica en su efecto sobre nuestro sistema de recompensa y en cómo influye en nuestro comportamiento al alimentarnos. Es por esto que se han aplicado modelos provenientes de la investigación e intervención en adicciones al abordaje, tanto de la investigación como del tratamiento, del efecto del azúcar en nuestro organismo, cerebro incluido y los trastornos de la conducta alimentaria derivados del mal uso que hacemos de los alimentos -ya sabes, cuando comemos para sentirnos bien, o porque nos sentimos mal y eso…-.

La fama de chungo del azúcar refinado, se debe a que su efecto provoca que nuestro cerebro nos haga «trampa» y altera el modo en que nos relacionaremos con la comida.

El azúcar afecta a nuestro «sistema del gustito» y además su composición -según cada tipo de azúcar, la cantidad presente en un alimento, así como la combinación con otros nutrientes como las grasas- provoca una subida rápida de azúcar en sangre, por tanto, de azúcar disponible, lo que para nuestro cerebro es algo bueno, –algo así como: ¡Uoooo vacas gordas, ahí pá todos, démonos la fiesta!-. Y «graba» este hallazgo maravilloso –para nuestro cerebro– por medio de la dopamina: azúcar=dopamina=¡que güeno!

Esta subida es regulada, si todo va bien, por nuestra respuesta insulínica, provocando una bajada súbita. La bajada genera sensación de que necesitamos más energía, y nos impulsa a conseguir más alimento. 

¿Ves el parecido con el ciclo subidón de bienestar intenso, seguido de una bajada y del impulso de querer más?

Además, la huella neurológica del gustito que hemos sentido nos orientará a preferir más azúcar y menos manzanitas.

Así que comemos más aunque ya teníamos un aporte de energía más que suficiente y, tras esta experiencia, nos apetecerá más el azúcar que un puerro…aaaay, tramposo…

Puedes ver que, al final, el azúcar, es como Jessica Rabbit, aporta lo que aporta y activa lo que activa, pero él no es malo, es que le han dibujado así. 

Si bien es cierto que nuestro uso o abuso del azúcar o la elección de qué azúcares preferimos y cómo los consumimos puede ser perjudicial para la salud, el azúcar en sí, no es malo. Sólo hay que consumirlo, salvo que por salud no debamos hacerlo, de forma consciente,  teniendo en cuenta de para qué sirve  y cuáles son sus efectos.

Hasta aquí llegó mi charla granolera. Espero que si te pones a ello, disfrutes, como yo, de mirar el horno mientras se rustizan copos y nueces, y mientras todo lo que queda es, calma, y cereales tostados.

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