Helado de vainilla, receta de helado de limón

Helado de vainilla y limón

Helado de vainilla y limón

Con caramelo de kikos y pistachos

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Helado de vainilla, receta de helado de limón
Caramelo blando de kikos

Te voy a contar mi drama:

Compré unas vainas de vainilla por internet que resultaron ser «la jena«.

Es que me gasté el dinero y resultó ser un «Bluf«. Yo, mujer que adora la oferta y que mira el precio en tod@s las tiendas, comercios, supermercados y derivados, antes de adquirir un producto ¡Caí y me timaron como una boba!

Ese es el drama.

Bueno, ese y que mi religión me prohíbe no utilizar de alguna manera esa vainilla chunga.

Así que, lo que estoy haciendo es triturar las, en lo sucesivo, «vainas chungas», junto al azúcar de algunas recetas, con la esperanza y la ilusión de que haya algo de sabor en esas ramas secas. Y, si no, al menos que se vean las semillas y mis comensales se sugestionen, de forma que el sabor a vainilla se maximice, debido al efecto placebo y a la expectativa basada en la información visual.

Pero que no las tiro. Que no.

Que me niego.

Helado de vainilla, helado de limón
helado de limón, helado de vainilla, la crema de helado de David Lebovitz

Todo eso y, como el helado de vainilla es mi absoluto favorito, pues he hecho uno.

Uno de vainilla y limón.

Porque, como te contaba aquí, la vainilla me obsesiona.

Para poder usar mis «vainas chungas», trituré el azúcar de la receta junto a una vaina entera de vainilla y la ralladura de dos bellos limones.

Si tú tienes una vaina de vainilla que esté fresca, húmeda y lustrosa, puedes raspar las semillas y triturar sólo las semillas junto al azúcar y el limón. No tienes por qué triturar la vaina entera.

¡Ni tampoco tires la vaina una vez que raspes las semillas! Úsala para infusionar la leche de la receta al preparar la crema inglesa.

Luego puedes incluso lavarla, y meterla en tu tarro mágico de extracto de vainilla casero.

Si, dos limones es mucho para tu paladar, pon sólo la ralladura de un limón bien gordo. Yo es que soy intensa y me gusta que el resto de mi universo combine con esa intensidad.

Helado de vainilla y limón

Un helado de vainilla con caramelo de frutos secos,

Es decir, "trozacos" gordos y abundantes de caramelo blando con frutos secos picados

Helado de vainilla y limón
Recetas de helado, receta de helado de vainilla

Este helado es una crema inglesa, en el que aromatizas el azúcar antes de cocer la crema, y, después también, utilizando extracto o pasta de vainilla.

Añade el extracto o la pasta una vez que retires la crema del fuego, ya que si la base de tu concentrado de vainilla es el alcohol, se puede evaporar durante la cocción, llevándose con él parte del sabor.

Por lo demás, sólo lleva una cantidad generosa de yemas de huevo y no tiene ninguna particularidad más.

Al «tropezonear«, sé libre.

Ponle lo que más te guste. No tienes por qué hacer el caramelo de frutos secos, puedes tostarlos y ya está, O, ponerle cualquier otra cosa, o nada.

Helado de vainilla, receta de helado de limón
Caramelo de pistachos
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HELADO DE VAINILLA Y LIMÓN CON CARAMELO DE KIKOS Y PISTACHOS

Ingredientes
  

  • 500 ml. de leche entera
  • 750 ml. de nata para montar frío 250 ml. por un lado y 500 ml. por otro
  • 135 gr. de azúcar
  • 15 gr. 1 cucharada de azúcar invertido
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 vaina de vainilla
  • la ralladura de dos limones
  • 8 yemas de huevo L
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta

Elaboración paso a paso
 

  • Tritura el azúcar con la ralladura de limón y las semillas de la vaina de vainilla. Reserva.
  • Monta 250 gr. de nata y reserva en frío.
  • Prepara el baño frío. Coloca un bol y un colador sobre él.
  • En un cacito bien limpio pon: la leche, 500 ml. de nata, el azúcar aromatizado (puedes reservar 20 gr. para mezclar con las yemas), el azúcar invertido, la vaina de vainilla y la sal. Remueve suavemente con una varilla y lleva al fuego.
  • Mientras pon la mitad restante de la nata en un bol bien limpio. Colócalo sobre el baño frío y pon encima un calador fino. Deja a un lado.
  • Cocina a fuego medio hasta que la leche esté caliente. Remueve ocasionalmente y no te despistes mucho, ya que la leche puede hervir y desbordarse.
  • Mientras, coloca un pañito o una lámina tipo silpat bajo la base de un bol amplio, para evitar que patine. Pon en él las yemas y el azúcar reservado.
  • Blanquea las yemas: bátelas enérgicamente, hasta que la mezcla espese y se vuelva de un tono claro. No dejes las yemas demasiado tiempo sin batir una vez que le hayas añadido el azúcar, ya que este puede quemar las yemas.
  • Cuando la leche esté caliente, retira el cacito del fuego.
  • Con cuidado, y batiendo suave y constantemente con la otra mano, vierte la leche caliente sobre las yemas para temperarlas. Añade una pequeña cantidad al principio, bate bien, y continua, hasta terminar de incorporar la leche a las yemas. De esta forma se calientan progresivamente, evitando que cuajen por efecto del calor. Al principio o si tu cacito es muy pesado, puedes utilizar un cazo de servir o una taza medidora para verter poco a poco la leche caliente sobre las yemas. Cuando la mezcla esté cremosa y totalmente integrada, devuelve esta mezcla al fuego
  • A fuego medio, cocina poco a poca la crema, mientras bate constantemente, teniendo cuidado de pasar la espátula o la cuchara por el fondo, para evitar que se pegue.
  • Bate mientras la mezcla espesa, con cuidado, ya que es fácil que el huevo cuaje y estropee la crema. Si tienes termómetro de cocina, la crema está lista cuando alcanza una temperatura de entre 71º y 76º. No debe romper a hervir, porque se cuajará el huevo. Si no tienes termómetro, la crema está lista cuando, al sacar la cuchara y pasar el dedo sobre la superficie, la raya trazada se queda marcada y los extremos no se tocan.
  • Cuando haya espesado y alcance la temperatura indicada, retira del fuego.
  • Lleva al baño frío: Vierte sobre el bol preparado en el baño frío cubierto con el colador, de forma que cueles la crema, sobre el baño frío. TEN MUCHO CUIDADO DE QUE EL AGUA NO LLEGUE NUNCA A TOCAR NI SALPICAR LA CREMA, PORQUE LA DAÑARÁ.
  • Mientras remueves suavemente la crema en el baño frío, añade la vainilla en pasta,
  • Una vez que la crema se haya enfriado ligeramente, lleva a un recipiente hermético y cubre la superficie, a piel, con un pedazo de film (pegado directamente sobre la superficie de la crema).
  • Cierra el recipiente y deja que la crema repose en la nevera al menos 24 horas.

Notas

Caramelo de pistacho y kikos
Ingredientes:
Para el caramelo en seco
260 gr. de azúcar
50 gr. de glucosa
Para el caramelo blando: 
260 gr. de nata líquida
140 gr. de mantequilla
140 gr. de pistachos tostados
170  gr. de Kikos
Preparación:
  1. Preparara 1 bandeja o una fuente de horno cubriéndola con papel de horno.
  2. Tritura los frutos secos en un procesador de alimentos hasta obtener un picadillo de trozos gruesos (1 o 2 pulsaciones, no más o tendrás harina). Reserva separados los kikos de los pistachos en dos recipientes resistentes al calor.
  3. Limpia muy bien el cazo antes de empezar.
  4. PREPARA UN CARAMELO EN SECO: Pon en el cazo primero el azúcar, a fuego medio fuerte. Las paredes interiores deben estar bien limpias. No remuevas mientras se calienta, hazlo sólo cuando el azúcar empiece a disolverse y se convierta en caramelo. Cuando rompa a hervir, añade la glucosa y mezcla muy bien con las varillas. Con un pincel húmedo limpia las paredes del cazo para evitar que se formen cristales de azúcar y cocina la mezcla hasta los 165º.
*Importante: Es muy importante no remover demasiado la mezcla.
  1. Una vez alcanzada la temperatura, retira del fuego y, con cuidado de no quemarte, incorpora un poco de nata. Burbujeará y el caramelo puede endurecerse. Mezcla hasta incorporar y devuelve a fuego medio, y añade un poco más de nata. Continúa hasta incorporar toda la nata.
  2. Añade la mantequilla y cocina la mezcla hasta los 113º- -116º.
  3. Retira del fuego y añade a los pistachos triturados por un lado y a los kikos por otro.
  4. Deja los recipientes bien cubiertos con film sobre una rejilla, hasta que se enfríen por completo.
 
 

Mantecar el helado y mezclar los ingredientes

Helado de vainilla, helado de limón

Para Mantecar el helado:

Caramelo de Kikos

Para mantecarlo con heladera: Después de dejar que la crema repose 12-24 horas en la nevera, lleva a tu heladera y manteca según las instrucciones del fabricante. Yo utilizo el bol para helados de la Kitchen aid, y en unos 20-30 minutos el helado ya está listo.

Si vas a hacer el helado sin utilizar heladera, después de dejar la crema reposando 24 horas en la nevera, bate un poquito con movimientos envolventes, y lleva al congelador. Cada 30 minutos al principio, y, después algunas veces más, saca del congelador, remueve cuidadosamente, y devuelve al frío.

Una vez que el helado esté cremoso y heladito, viértelo sobre el recipiente donde vayas a conservarlo. 

Este es el momento de incorporar los trocitos, tropezones o swirls, mientras alternas crema de helado y tropezones.

Pica el caramelo con un cuchillo de sierra o troceándolo con los dedos y ve alternando cucharada de crema con pedazos de caramelo. Es bastante pegajoso y se puede hacer «pegote» si lo echas todo de una vez.

Aunque saldrá bastante frío de la heladera, generalmente aún le falta tiempo de frío. Deja que el helado repose en el congelador 3 o 4 horas, tras mantecarlo, para que termine de enfriarse por completo.

*Tanto si usas una tarrina, como un recipiente hermético, cubre a piel la superficie del helado, ya que esto evita la formación de cristales y evita que helado coja sabores extraños en el congelador.

En el momento de consumirlo: Deja el helado fuera del congelador 10 o 15 minutos ¡Y listo!

Conservación:

Conserva el helado siempre bien cubierto y en un recipiente hermético.

Aunque los helados se conservan congelados, no duran para siempre ¡Así que vas a tener que comértelo antes de un par de meses! Aunque, si en tu casa sois tan golosos como en la mía, no creo que dure tanto.

¿Nunca has hecho caramelo?

Si nunca has preparado caramelo, en estos dos artículos puedes consultar la elaboración con detalle.

Receta de crema inglesa, crema pastelera o crema inglesa, en qué se diferencian la crema pastelera y la crema inglesa

Crema inglesa o custard

Crema inglesa

Crema inglesa o custard

Crema inglesa y crema pastelera: tú a bostón y yo a California

Crema inglesa, custard, receta de crema inglesa

Las cremas son un temazo.

Mi adorada Erin Jeanne McDowell considera una crema o custard toda aquella mezcla de líquido que se sirve de huevos o harinas para espesar y cuaja cuando se cocina. Siguiendo su razonamiento de pots de crème a la crema pastelera, pasando por un pecan pie, todo son cremas: preparaciones hechas de lácteos, azúcar y huevos (*+ otros) que cuajan cuando se cocinan.

¿Es así? ¿Es esta la verdad del universo? 

Puede.

Ella sabe más que yo, así que yo me pliego ante el conocimiento y sigo su razonamiento.

Pero, entonces ¿la crema pastelera y la crema inglesa son de la misma pata? ¿No?

¿Se trata sólo de una diferencia de concepto y nacionalidad? ¿Es la crema pastelera la hermanica pobre de la crema inglesa? ¿O son preparaciones distintas que se usan para cosas diferentes?

Aaaaaaaaay…

Tanta reflexión y tan pocas respuestas.

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El caso es que sí hay respuestas a todos estas preguntas, que no determinarán el futuro del mundo, pero que yo me he hecho muchas veces.

Y, sí, la crema pastelera y la crema inglesa son preparaciones distintas con diferentes usos, pero ambas son cremas: lácteos (o zumos, té, pastas de fruta) + huevos + azúcar, que se cocinan a cierta temperatura y coagulan durante el proceso, esto es: adquieren una textura más o menos espesa.

Los ingredientes son muy similares y el proceso también, pero la textura del resultado final es diferente y el uso que se les da, también lo es.

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Crema inglesa

Crema inglesa y crema pastelera: tú a bostón y yo a California

En realidad, la crema pastelera o pastry cream y la crema inglesa o custard son ambas cremas elaboradas con leche y huevos, o sólo yemas de huevo, aromatizadas con vainilla que tienen una textura espesa.

PERO…

La textura de la crema pastelera es más espesa, ya que en su preparación se incorpora maicena, que, además de la coagulación de las yemas de huevo, contribuye a que espese.

La crema inglesa no, la crema inglesa es más delicada, ya que no lleva maicena y por eso se utiliza más para napar, acompañar o como base de otras cremas, que para un relleno, como el de los profiteroles por ejemplo. Porque su textura es más ligera.

AÚN ASÍ… al preparar crema inglesa, puedes incorporar gelatinas, u otros gelificantes, para lograr una textura más densa.

Crema inglesa

¿qué es la crema inglesa?

La crema inglesa es una crema ligera que se prepara con leche (también nata u otros lácteos) y huevos. Mientras que la crema pastelera es una crema más espesa, que se preparar casi con los mismos ingredientes, sólo que, además, lleva maicena, como espesante.

Esta es la clave del mondongo: la textura de la crema. Si quieres una crema ligera y más fina, la crema inglesa es tu chica, pero si quieres una crema más densa y espesa, entonces lo es la crema pastelera.

Ambas se preparan con ingredientes muy similares: lácteos, azúcar, huevos o yemas y vainilla. Pero, por su textura, se usan para cosas diferentes.

La crema inglesa espesa unicamente gracias a la coagulación del huevo, que se cuece a una temperatura controlada (entre 71º a 76º si está hecha sólo con yemas de huevo/ 67º a 71 º si lleva huevos enteros).

Se prepara en muy poco tiempo. En media hora la tienes y, una vez que te pones, va todo muy deprisa.

¿Hay algo difícil al preparar crema inglesa?

Sólo el control de la temperatura y el tiempo, no es difícil, pero ha de ser bastante preciso.

La preparación final, una vez incorporada la leche a las yemas,  blanquedas previamente junto al azúcar, debe cocinarse como mucho hasta los 76º y, si alcanza los 85º, se convierte en tortilla, es decir, que el huevo cuaja, se forman grumos y tiene una textura asquerosita.

Por eso, un termómetro de cocina, preferiblemente uno electrónico, es tu pase dorado a la crema inglesa perfecta.

Por lo demás el único punto delicado es blanquear las yemas y temperarlas al incorporar la leche. Una vez hecho esto sólo debes controlar la temperatura mientras cocinas la crema, removiendo frecuentemente con una cuchara de madera o una varilla, que debes pasar por el fondo del cacito o cacerola, para evitar que se pegue.

¿Qué magia hace que cuaje?

La coagulación de las proteínas del huevo.

Esta crema no lleva, en principio, ningún espesante más que el huevo y va espesando mientras se cocina a fuego medio.

Aún así, puedes añadir gelatina neutra en polvo u hojas de gelatina, que se añaden en caliente, una vez que retiras la crema del fuego y la cuelas. En el mismo momento en que añades la sal y la vainilla (*en caso de usar pasta o extracto. Si usas vainas de vainilla se añade al principio), al final, incorporas las hojas de gelatina previamente hidratadas y muy bien escurridas.

Pánico ¡Se me cuaja, maldita sea!

Puede pasar y muchas veces pasa.

Estás ahí, tú cargad@ de sueños, ilusiones y buena voluntad y el huevo empieza a cuajar, formando grumos y te tortillea el invento…

Si esto ocurre:

Retira inmediatamente del fuego y pasa la crema por un colador.

Después, puedes bien triturarla con una batidora tipo *turmix (de las que tienen cuchillas), pasarla por un chino o incluso triturar en un procesador de alimentos.

Si los daños han sido muy dramáticos y terribles, cuela de nuevo después de triturar, para que cualquier grumito se quede en colador.

Vainilla...la guapa del baile:

Como en cualquier preparación aromatizada con vainilla, la vainilla que uses determinará el resultado.

Es así. Lo sé, sé que la vainilla está más cara que el opio y que muchas veces no puedes conseguir vainas de calidad. I know, the struggle is real…

Una pasta de vainilla de buena calidad puede dar un sabor maravilloso y sí puedes conseguirla sin viajar a Madagascar y organizar tú mism2 la exportación.

En este post te hablo un poquito más sobre vainilla, dónde comprarla y qué pastas son las que más me gustan a mí (básicamente las que nos gustan a tod2, tampoco voy yo a descubrirte el agua caliente…).

En caso de que tengas en tu poder vainas de vainilla: abre la vaina por la mitad y con una puntilla raspa el interior de la vaina.

En el momento en que pongas la leche o la mezcla de nata y leche al fuego, añade las semillas, y deja que cueza. Puedes añadir además la vaina. En el momento de añadir la mezcla a los huevos, retira la vaina.

Si vas a utilizar pasta o extracto de vainilla, añade la vainilla al final, para evitar que se evapore durante la cocción. Cuando ya hayas colado la crema, añades la sal y la vainilla.

¿Qué es temperar las yemas?

Temperar yemas o los huevos consiste en calentarlos lentamente para evitar que cuajen. Ha de hacerse porque si la temperatura sube demasiado, las proteínas del huevo se coagulan y haces tortilla.

Para evitar que esto pase, se incorpora la mezcla caliente a los huevos lentamente, en pequeñas cantidades, mientras bates continuamente. Hazlo en varias adiciones, añadiendo una pequeña cantidad al principio, y luego aumentando poco a poco, hasta incorporar por completo.

Para proteger los huevos o yemas, debes haberlos blanqueado previamente con una parte de azúcar.

Blanquear las yemas consiste en batirlas junto al azúcar, con energía e ilusión, hasta que espumen y su color se vuelva más clarito.

La mezcla de huevos y azúcar debe espesar e incrementar su volumen, idealmente hasta doblarlo. A mano puede llevarte unos minutos.

Empieza a blanquear las yemas en el momento en que pongas la mezcla de leche al fuego. Añade parte del azúcar y bate enérgicamente hasta que veas la mezcla volverse más  espesa, blanquecina y llena de burbujitas en la superficie.

¿Cómo debe quedar al final?

La crema inglesa debe ser fina y ligera, porque sino no tiene ningún sentido no hacer crema pastelera…piénsalo bebé

Para asegurar que la textura sea delicada, esta crema siempre se cuela una vez se retira del fuego.

Pero ¿Y si quieres que la textura sea fina pero que tenga más consistencia que una salsa? Puedes utilizar gelificantes para que gane consistencia sin añadir harinas.

Para hacerlo, puedes añadir hojas de gelatina, que se hidratan en agua fría, se escurren muy bien y se añaden al final, muy bien escurridas o gelatina en polvo o agar-agar que se disuelve en una parte líquido y se incorpora a la mezcla, de la misma forma, una vez que la retires del fuego.

¿Para qué se usa?

La crema inglesa se usa como salsa, para acompañar postres.

Es, así, prácticamente tal cual, una receta de natillas, crema catalana o créme brûlée (si esparces azúcar por encima y lo quemas con un soplete).

También sirve como base para otras cremas como el buttercream alemán (*german buttercream: crema de mantequilla que se elabora incorporando mantequilla a temperatura ambiente a la crema inglesa) o ganage cremosa (crema de chocolate cuya base no es la nata, sino la crema inglesa). 

También es la crema que se utiliza como base de helados (los que encuentras como *french-style se preparan con esta crema como base).

Puedes ver la receta completa de esta crema hecha para preparar helados con ella aquí.

Además, como preparación es exactamente igual que la que se utiliza para todas las cremas tipo curd, sólo que en estas la base no son lácteos sino zumos o pastas de fruta, como en este lemon curd o crema de limón o en esta crema de té matcha.

¿Cómo la conservo?

Como todas las cremas que llevan huevo, su conservación es más delicada y no deben prepararse con demasiada antelación.

Puedes conservarla un par de horas a temperatura ambiente pero si vas a tardar más en utilizarla consérvala siempre refrigerada, bien cubierta o en un tarro de cristal o recipiente hermético.

No se puede congelar y dura en la nevera entre 3 y 5 días.

Receta de crema inglesa, crema pastelera o crema inglesa, en qué se diferencian la crema pastelera y la crema inglesa

CREMA INGLESA: La receta de David Lebovitz [“The Perfect Scoop”]

Para 800 gr. de crema

Ingredientes
  

  • 500 ml. de nata para montar * 750 ml. de leche entera
  • 250 ml. de leche entera
  • 6 yemas de huevo L
  • 150 gr. de azúcar 135 gr. de azúcar + 1 cucharada de glucosa/ azúcar invertido
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de pasta de vainilla

Elaboración paso a paso
 

  • Coloca un bol limpio y un colador sobre él, para colar la crema al retirarla del fuego.
  • En un cacito bien limpio pon: la leche y la nata, el azúcar (reserva 20 gr. para mezclar con las yemas), el azúcar invertido, si lo vas a utilizar y la sal. Remueve suavemente con una varilla y lleva al fuego.
  • Cocina a fuego medio hasta que la mezcla esté caliente. Remueve ocasionalmente y no te despistes mucho, ya que la leche puede hervir y desbordarse.
  • Mientras, coloca un pañito o una lámina tipo silpat bajo la base de un bol amplio, para evitar que patine. Pon en él las yemas y el azúcar reservado.
  • Blanquea las yemas: bátelas enérgicamente, hasta que la mezcla espese y se vuelva de un tono claro. No dejes las yemas demasiado tiempo sin batir una vez que le hayas añadido el azúcar, ya que este puede quemar las yemas.
  • Cuando la mezcla de leche esté caliente, retira el cacito del fuego.
  • Tempera las yemas: Con cuidado, y batiendo suave y constantemente con la otra mano, vierte la leche caliente sobre las yemas para temperarlas. Añade una pequeña cantidad al principio, bate bien, y continua, hasta terminar de incorporar la leche a las yemas. De esta forma se calientan progresivamente, evitando que cuajen por efecto del calor. Al principio o si tu cacito es muy pesado, puedes utilizar un cazo de servir o una taza medidora para verter poco a poco la leche caliente sobre las yemas. Cuando la mezcla esté cremosa y totalmente integrada, devuelve esta mezcla al fuego
  • A fuego medio, cocina poco a poca la crema, mientras bates constantemente, teniendo cuidado de pasar la espátula o la cuchara por el fondo, para evitar que se pegue.
  • Bate mientras la mezcla espesa, con cuidado, ya que es fácil que el huevo cuaje y estropee la crema. Si tienes termómetro de cocina, la crema está lista cuando alcanza una temperatura de entre 71º y 76º. No debe romper a hervir, porque se cuajará el huevo. Si no tienes termómetro, la crema está lista cuando, al sacar la cuchara y pasar el dedo sobre la superficie, la raya trazada se queda marcada y los extremos no se tocan.
  • Cuando haya espesado y alcance la temperatura indicada, retira del fuego.
  • Vierte la crema sobre el bol preparado con el colador.
  • Añade la vainilla, la sal, y los saborizantes que lleve la receta, si los lleva.
  • Cubre la crema con film transparente, dejando que se pegue directamente sobre la superficie de la crema, para evitar que se forme una película mientras se enfría.

Notas

*Conservación: La crema inglesa no se debe congelar, por eso no debes prepararla con demasiada antelación.
Puedes conservarla unas horas a temperatura ambiente y entre 3 y 5 días refrigerada, siempre muy bien cubierta o en un recipiente hermético. 

Esta receta es otra de esas básicas, que necesitas tener en tu haber. Hay muchas recetas, esta es solo una de ellas. 

Elige la tuya y prepara, natillas, helados y postres…haciéndote la chulita mientras los llevas a la mesa.

Preparo dulces porque me pone de buen humor. La mantequilla hace feliz a la niña gorda que fui, así que nunca falta en mi nevera.

Atesoro kilos de harina, azúcar y chocolate y creo que deberían hacer perfume con el olor de la levadura fresca.

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"Piensa que, mientras que cada paso es muy importante, ninguno es demasiado exigente en sí mismo y, a menos que quemes los macarons hasta que queden crujientes, probablemente estarán comibles. Y, cuando lo clavamos [...] nos sentimos como súper estrellas de la cocina".
Tessa Huff
Icing on the cake

¿Te imaginas que el merengue italiano te sale perfecto?

¿Y que haces un macaronage espectacular, el color de la masa es ideal y al formar los macarons en la bandeja te quedan estupendos? 

Y entonces los metes en el horno y al sacarlos -Oh, terror y pavor-:

¡No se despegan del papel! ¡Están huecos! ¡La mitad del macaron está pegado a la bandeja!

Pues pasa. Sí, amig@. Esto pasa.

Es un drama. Lo sé.

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Por eso, porque me ha pasado, quería explayarme sobre esta parte de la operación, el horneado: Cómo hornear macarons.

Ya que, si en este artículo te contaba cómo Bernadette llegó a mi vida para abrirme los ojos y ayudarme con eso de preparar macarons por primera vez. No sabía yo, aunque Tessa Huff ya te daba algunas pistas en su último libro «Icing on the cake», que en el momento del horneado es la última clave de unos macarons bonitos ¡Que no se dejen el alma en la bandeja del horno!

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CLAVES PARA HORNEAR MACARONS

Una vez preparada la masa, empieza la Yinkana  del horneado.

Hay algunas consideraciones previas, como elegir una bandeja apropiada, lo más plana posible, utilizar una plantilla, comprada o hecha por ti, cortar el papel de horno a la medida de la bandeja, para evitar arrugas o usar una boquilla adecuada, son parte importante de conseguir formar macarons iguales y redonditos.

Una vez superado esto…¿Ya está todo hecho?

Nooo. Empieza el horneado.

  • Elimina el aire:

Una vez formados los macarons, es decir, cuando ya están todos alineaditos en tu bandeja hay que «sacudir» la bandeja para que el exceso del aire salga, de lo contrario al calentarse se formara un burbujón que agrietará la concha y arruinará tu trabajo.

Por eso, una vez termines de extender toda la masa en forma de macarons, deja caer la bandeja, desde aprox. un palmo, sobre la encimera -yo pongo un pañito para amortiguar el ruido-. Hazlo varias veces, 4 o 5, verás burbujitas aflorar a la superficie y hacer pop.

  • ¿Reposo sí/ Reposo no?

Existen inconformistas que no dejan reposar los macarons una vez formados.

Pero, por lo general, deben reposar.

REPOSO: Una vez preparadas las bandejas de macarons, se dejan reposar a temperatura ambiente, entre 20 y 40 minutos, para que *se sequen.

*En este ratito se forma una «piel» sobre la superficie de los macarons. Esta pielecita ayuda a que, durante el horneado, la parte superior se mantenga lisa y se forme su característico «pie» cuando el aire contenido en la masa se calienta en el horno y trata de escapar. Este aire buscando la salida es el que da lugar a esas burbujitas que se forman en la base de la galleta. Sin ese pie los macarons quedan raritos.

  • La temperatura del horno:

Cada horno es un mundo, pero para hornear macarons el tuyo debe estar a una temperatura aproximada de 130º (Horquilla de 125º a 135º).

La temperatura ya debe ser estable al meter la preparación en el horno y mantenerse de forma continua durante toda la cocción.

Ahora viene la duda.

¿Si pongo el termostato de mi horno a 130 º el horno estará a 130º?

Lo mejor es utilizar 1 termómetro de horno y  fijarte en la temperatura del interior y no en el termostato.

[*Yo tengo 2 termómetros, uno en la parte frontal y otro al fondo para testar si la temperatura es igual en todo el horno].

La temperatura es importante porque unos grados por debajo y los macarons no desarrollarán pie, y si está muy caliente, se dorarán o el aire se calentará muy deprisa y se deformarán.

Cuando los macarons lleven unos 10 minutos de reposo, enciende el horno, para cuando alcance la temperatura ideal, estarán listos para ir al horno.

  • Tiempo de horneado:

El tiempo puede oscilar de 12 a 16 minutos. Yo suelo poner el temporizador a 15 minutos y este es el tiempo que tardan en hornearse, pero si los sacas demasiado pronto, es posible que no se despeguen de la bandeja y si los dejas demasiado, se secarán en exceso.

Por eso, cuando el tiempo haya transcurrido, testa cómo están tocando con la yema del dedo la parte superior de la conchita. Puedes presionar suavemente para comprobar cómo anda el interior, pero con mucho cuidado, porque si aún están crudos, se chafará.

La cosa es que, tratar de despegarlos en este momento -que sería ideal ¿Verdad?- para asegurarte, no funciona, porque cuando aún están calientes pueden no despegarse, no porque estén crudos, sino porque como cualquier dulce, hasta que no está frío es demasiado endeble y puedes quedarte con media concha en la mano.

La mejor estrategia es aprender de tu horno, encontrar la temperatura ideal y el tiempo que tardan, reitero, en tu horno.

Una vez encuentres la relación tiempo-temperatura perfectos, adhiérete a ella para siempre.

*Me explico. En la receta que yo sigo la temperatura es de 130º y el tiempo indicado 14 minutos. Sin embargo en mi horno, la temperatura ideal es de 135º-140º y los dejo 15-16 minutos. Puede parecer una tontería, pero si los saco cuando llevan 14 minutos a 130º, están crudos por dentro.

En un drama. Lo sé.

Estas son las cuatro cosas a tener en cuenta para conseguir sacar del horno la bandeja de macarons por la que has trabajado tanto. Contando con una norma importante, que ya decía Bernadette en su libro : «encuentra el método que funciona para ti». Y yo añadiría: «para ti y para el cachondo de tu horno».

Macarons vainilla. Receta de macarons. Cómo hacer macarons
Macarons vainilla. Receta de macarons. Cómo hacer macarons

Macarons de vainilla

En realidad, la receta básica de macarons es de vainilla.

Pero este puede ser además el sabor protagonista. Sin más. Porque…

#lavainillaesunsabor

Para potenciar el sabor a vainilla puedes utilizar vainas de vainilla, una vainilla en pasta bien buena o vainilla en polvo ¡O todo!

Para utilizar la vaina y aprovecharla bien, puedes hacer una infusión con una -o media- vaina de vainilla, de la mejor calidad que puedas conseguir y utilizar esa infusión para preparar el almíbar.

Para hacerlo pon a hervir un poquito 80 ml. de agua, cuando rompa a hervir añade la vaina de vainilla, cubre el cacito y deja que repose 20 o 30 minutos.

Cuela la mezcla y listo.

Antes de preparar la infusión, raspa las semillas de la vaina y resérvalas para añadirlas a las claras con las que vas a preparar el merengue.

Una pasta de vainilla de calidad y vainilla en polvo terminan de robar el foco del sabor para que la vainilla sea la absoluta protagonista del tema.

*¡No tires la vaina! Úsala para preparar extracto casero.

MACARONS DE VAINILLA

Ingredientes
  

  • 225 gr. de harina de almendra
  • 225 gr. de azúcar glas
  • 225 gr. de azúcar blanco *Azúcar blanco extrafino
  • 60 gr. de agua
  • 170 gr. 2 partes de 85 gr. de clara de huevo
  • 1/2 vaina de vainilla o 2 cucharaditas de vainilla en pasta
  • 1/4 cucharadita de vainilla en polvo

Elaboración paso a paso
 

  • Prepara todos tus ingredientes y utensilios antes de empezar:
  • Deja lista tu bandeja de horno preparada con un pedazo de papel de horno sobre la plantilla para macarons.
  • Tritura el harina de almendra junto al azúcar glas en un procesador de alimentos (1 minuto, si trituras la mezcla demasiado acabarás con un praliné de almendras) y después tamiza la mezcla. Añade la vainilla en polvo. Reserva.
  • En un cacito primero el agua y luego el azúcar blanco y pon en el bol de la batidora tu primera mitad de clara de huevo (85 gr.) y deja lista la varilla bien limpia de cualquier resto de grasa.
    *Su vas a usar vaina de vainilla: abre la vaina a la mitad, raspa las semillas y añádelas.
    *Puedes hacer, previamente, una infusión con la vaina y utilizar ese agua para preparar el almíbar.
  • Comienza a calentar el almíbar. Cuando el sirope alcance los 113º comienza a batir las claras a velocidad alta para semi-montar el merengue (picos suaves).
  • Cuando el sirope alcance los 118º retíralo del fuego.
  • Mientras la batidora sigue batiendo comienza a verter despacito el sirope en el merengue, DEBE CAER SOBRE LA PARED DEL VASO, ES IMPORTANTE QUE NO CAIGA SOBRE LA VARILLA O SALPICARÁ UNA MEZCLA DE AZÚCAR HIRVIENDO.
  • Continúa batiendo hasta que el bol esté fresco (a temperatura ambiente) al tacto y el merengue esté muy firme (*picos firmes: al levantar la varilla mantiene la forma y no cae). Este proceso te llevará 10-15 minutos.
  • Mientras el merengue monta: en un bol amplio pon la mezcla de harina de almendra, la segunda mitad de clara (85 gr.) y la pasta de vainilla y comienza a mezclar con una espátula flexible. Debes mezclar con movimientos suaves pero firmes hasta lograr una pasta gruesa, con la que puedes formar una bola en un lado del bol, que mantenga su forma, pero que puedas aplastar fácilmente sin hacer fuerza.
  • MACARONAGE: debe ser una pasta gruesa pero no seca. Si la mezcla está muy húmeda (la bola no mantiene su forma) puedes añadir más harina de almendra (de cucharada en cucharada (15 gr.) y, si se desmiga o agrieta, puedes añadir más clara de huevo (de cucharadita en cucharadita, 5 gr.). Ten cuidado, porque si añades diferentes cantidades de una y otra cosa, la receta se habrá perdido y ya no sabrás que estás haciendo…
  • Cuando el merengue esté muy muy firme añade la mitad al macaronage. Esta primera parte del merengue puede (incluso debe) perder parte del aire al incorporarlo.
  • Con la espátula incorpora el merengue hasta que la mezcla esté uniforme, ve pasando la espátula por la pared del bol, levántala y ve girando para revolver la masa de abajo arriba, con movimientos envolventes. Lo ideal es realizar cuantos menos movimientos posibles, pero también quieres sacar parte del aire de la mezcla, por eso con suavidad aplasta ligeramente el merengue, mientras recoges la masa de los bordes. Trata de no revolver demasiado y hazlo despacito.
  • Cuando la masa esté suave y uniforme, añade el resto del merengue e incorpóralo con mucho cuidado, mezclando con movimientos envolventes, ya que ahora quieres que el merengue conserve pierda poquito aire.
  • ASPECTO DE TU MASA: debe quedar uniforme en color y suave, sin restos de merengue sin mezclar. Está lista cuando puedes arrastrar la espátula por el bol y la masa suavemente se desliza (como lava) a su paso. Coge un poco de masa con tu espátula y levántala debe caer lentamente (como una cinta). Si no logras el punto de cinta, continua mezclando un poco más hasta que ocurra, con mucho cuidado.
  • Rellena la manga con la masa: Corta la punta, introduce la boquilla y retuerce la punta sobre la boquilla, para mantener la manga cerrada y vierte la masa en la manga. Cierra con una pinza el extremo para trabajar más cómodamente.
  • Fija el papel de horno a la bandeja con una pizca de merengue para que no se mueva mientras vas trabajando y coloca la manga perpendicular a la bandeja a 1 cm. aproximadamente de ella.
  • FORMAR LOS MACARONS: Sujeta la manga con una mano cerca de la punta para que esté estable y ve apretando la parte superior para ir formando los macarons: coloca la manga en el centro de cada círculo de la plantilla y presiona suavemente hasta que la masa casi alcance el borde de la plantilla. Entonces cierra la manga con la mano que sujeta y haz un movimiento semi-circular para terminar el macaron.
  • Sigue con el siguiente hasta completar a bandeja. Entonces retira con cuidado la plantilla de debajo del papel de horno.
  • Levanta la bandeja con una mano en cada lado y dale unos golpecitos para eliminar las burbujas de aire (*golpecitos: 8-10 cm. de alto y de caer, unas 5 veces).
  • REPOSO: Una vez que hayas agitado la bandeja para eliminar el aire, deja que reposen a temperatura ambiente entre 20 y 40 minutos (*reposo: durante esta siesta se forma una “piel” en la superficie de los macarons y cuando se cocinen la base se desarrollará bajo la piel, dando lugar a su característico pie, que es básicamente el aire de la masa escapando bajo la piel. El reposo termina cuando la superficie de los macarons está seca al tacto).
  • Hornea los macarons: Ten cuidado con la temperatura, debe ser bastante alta como para que se desarrollen el pie, pero no tanto como para que se doren o se sequen.
  • MADURACIÓN: Algunas recetas recomiendan que los macarons reposen una vez rellenos hasta el día siguiente.

Macarons de vainilla: Relleno

Como los macarons son de vainilla ¡Pegan con todos los rellenos!

Yo los rellené de SMBC de limón y de chocolate blanco, y de citrus curd, pero pueden ponerles cualquier relleno que a ti te guste. Combinar dulce y ácido/amargo/especiado será una gran idea porque conseguirás mezclas de sabor más complejas y equilibradas.

Te dejo 3 recetas de swissmerengue buttercream y la del citrus curd.

Yo rellené los macarons con un poquito de crema de limón en el centro y SMBC de chocolate blanco y otros tantos con ganage de chocolate blanco. Puedes añadir la crema de limón, fría y cuando haya reposado, a una parte de SMBC, para darle sabor a limón.

Para utilizar lemon curd como relleno, ten en cuenta que, según la consistencia de tu crema, puede no resistir y espachurrarse al cerrar la galletita, para evitar que se aplaste, traza una circunferencia en el borde del macaron con buttercream con una boquilla pequeña, que haga las veces de «dique de contención» y pon el relleno de crema de limón dentro.

Una vez que tengas la crema de mantequilla de merengue suizo, llega la mejor parte: darle sabor.

Yo añadí chocolate blanco, unos 150 – 200 gr. para 500 gr. de crema de mantequilla.

Puedes añadir chocolate al gusto, un poco más o menos, pero con el chocolate blanco, si añades demasiado, la crema se volverá demasiado suave y difícil de trabajar.

Por eso, no añadas más de la mitad del peso de la buttercream, 1/3 es ideal, queda sabrosa y manejable.

Preparo dulces porque me pone de buen humor. La mantequilla hace feliz a la niña gorda que fui, así que nunca falta en mi nevera.

Atesoro kilos de harina, azúcar y chocolate y creo que deberían hacer perfume con el olor de la levadura fresca.

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The Sweetapolita sugar cookies

Las Sugar cookies de Sweetapolita

Las increíbles galletas de Rosie

Sugar cookies, galletas para decorar, galletas de vainilla, galletas de limón, receta de sugar cookies
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Estas son LAS GALLETAS.

La receta absoluta.

Están tan buenas.

Y salen siempre bien, si sigues el tutorial de Rosie «Sweetapolita» Alyea.

Para mí, son una guía básica, una receta de «fondo de armario» infalible de sugar cookies, galletas de mantequilla o galletas para decorar -llámalas como quieras-, que puede darte todo el juego para preparar galletas de cualquier sabor con sólo añadir  extractos, pastas, ralladuras, té en polvo o lo que se te ocurra.

Puedes incluso sustituir una parte de harina por frutos secos molidos….

Tienen cuerpo de pobre, todo les queda bien.

The Sweetapolita sugar cookies

Las Sugar cookies de Sweetapolita

Las increíbles galletas de Rosie

He perdido la cuenta de las veces que he hecho estas galletas. Son mi receta básica de galletas de mantequilla o sugar cookies, porque son perfectas. Perfectas para hacer galletas rellenas o galletas para decorar  de las que puedes llevar a bodas, bautizos y comuniones…¡Y, encima, están de muerte!

Puedes encontrar la receta en el blog de Rosie Alyea «Sweetapolita» y también en su libro: «The Sweetapolita bakebook»

La receta de su libro es una versión refinada de su receta original, preparada con azúcar glas (confetioners sugar) en lugar de azúcar granulado, para conseguir una masa más fina y sin restos de granitos de azúcar.

A mí me gusta más la receta original que, además, Rosie publicó junto a un tutorial con trucos para preparar las galletas para decorar perfectas. 

Estas que ves en la foto son de limón, rellenas de SMBC de limón. Para limonearlas yo añado ralladura de limón a la masa en el momento de prepararlas y, luego, rallo otro limón encima en el momento de dividir la masa en dos discos, justo antes de que repose.

Necesitan reposar en frío, eso sí, pero merece la pena la planificación.

Puedes prepáralas de cualquier sabor que te guste, aunque las originales son de vainilla.

Sugar cookies, galletas para decorar, galletas de vainilla, galletas de limón, receta de sugar cookies

Las galletas de Rosie son uno de mis básicos absolutos y no podían faltar en mi caja de galletas este año.

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The Sweetapolita Perfect Sugar Cookies

Adaptada de "SWEETAPOLITA" (Blog)

Ingredientes
  

  • 750 gr. de harina común
  • 8-10 gr. de sal 1 + 1/2 cucharaditas
  • 450 gr. de mantequilla muy blandita
  • 400 gr. de azúcar granulado blanco
  • 2 huevos L fríos
  • La ralladura de un limón
  • 15 ml. de extracto de vainilla pura o vainilla en pasta
  • 1,25 ml. de extracto de almendra

Elaboración paso a paso
 

  • En un bol tamiza la harina junto con la sal. Reserva.
  • En el bol de la batidora, con el accesorio pala bate la ralladura junto al azúcar (3-5 minutos) para que la fricción ayude a extraer todo el aroma a limón.
  • Añade la mantequilla y bate hasta que esté ligeramente esponjoso, pero no tanto como cuando preparas un bizcocho (aproximadamente 5 minutos).
  • Añade la vainilla y el extracto de almendra. Bate 1 o 2 minutos más.
  • A parte, bate ligeramente los huevos y añádelos de 1 en 1, batiendo muy bien entre cada adición.
  • Agrega la harina en 2-3 veces y bate justo hasta que esté incorporada. Es preferible que dejes la masa poco batida, que sobre-batirla, porque las galletas quedarán duras si te pasas batiendo. Justo cuando todos los ingredientes parezcan incorporados deja de batir.
  • Prepara 2 pedazos de film transparente. Vuelca la masa sobre la encimera y divídela en dos trozos.
  • Sin manosear mucho la masa, coloca cada mitad sobre un pedazo de film y haz una bola con ella. Aplástala ligeramente hasta formar un disco de unos 2 cm. de grosor, cubre muy bien con film y deja que repose en la nevera. 1-2 horas como mínimo y preferiblemente 24-28 h.
  • Puedes preparar la masa con antelación y congelarla. En el momento en que quieras dar forma y hornear las galletas, sácala del congelador y pásala a la nevera. Déjala a temperatura ambiente una hora antes de estirarla y cortar las galletas. Si hace calor, puedes empezar a estirar la masa recién sacada de la nevera.

Notas

Para hacer las galletas de limón, una vez terminada la masa, 2 cucharadas de ralladura de limón.

Cómo estirar y cortar las galletas

ESTIRAR LA MASA

Estirar la masa de galletas y cortar las formas que prefieras, es una tarea muy sencilla, si sabes cómo hacerlo.

Para conseguir unas galletas crujientes, lisas y que conserven la forma es importante que la masa REPOSE EN FRÍO, al menos 4 horas y preferiblemente toda la noche.

  • La masa de galletas se vuelve pegajosa cuando se calienta, por eso trabájala siempre en frío: saca los discos de masa de la nevera y deja que repose a temperatura ambiente unos 10 minutos, hasta que esté manejable.
  • Prepara tu superficie de trabajo: un error muy común es utilizar demasiada harina adicional para que la masa no se pegue, ya que la masa puede absorber este exceso de harina y afecta al resultado, por eso: prepara una superficie con dos hojas de papel de horno (para colocar la masa entre ellas al estirarla, así si se pega al papel, puedes despegarla, desplazar la masa, etc.).
  • Prepara un rodillo, puedes utilizar guías para que la masa quede de un grosor uniforme.
  • Puedes aplicarte una pizca de harina en las manos o en el rodillo. Trata de no frotar la masa con harina ni espolvorearla por encima alegremente, antes de pasar el rodillo. Si la harina se adhiere a la masa, utiliza una brochita para retirarla.
  • Coloca el disco de masa entre los dos pedazos de papel de horno.
  • Comienza a estirar la masa con el rodillo de dentro a fuera. Quédate justo al borde cuando pases el rodillo y trata de no ejercer fuerza más allá del borde de la masa para evitar que los extremos queden mucho más finos que el centro del disco.
  • Ve estirando y girando la masa poco a poco. Puedes ir despegando el papel de horno, vuelves a cubrir y estiras hasta que la masa tenga el grosor que quieres.
  • Utilizando el pedazo de papel lleva la masa estirada a una bandeja o plato amplio y refrigérala (o congela) 15-30 minutos antes de cortar las galletas.
  • Con la masa fría corta las formas que prefieras EN FRÍO CORTAR LAS GALLETAS SERÁ MUCHO MÁS FÁCIL.
  • Coloca las galletas en una bandeja o plato amplio que encaje en tu congelador y deja que las galletas ya cortadas reposen 15-20 minutos en frío, antes de hornear.
  • Vuelve a amasar los recortes y repite el proceso.
  • Si vas a colocar unas galletas encima de otras coloca entre ellas un pedazo de papel de horno, para evitar que se peguen.

HORNEADO

  • Algunas recetas, como las galletas sablé, indican que pintes las galletas con glaseado antes de hornear. El glaseado se prepara mezclando de huevo y leche entera o nata, si la receta no lo indica las galletas no se pincelan con ningún glaseado.
  • Puedes tener las galletas cortadas y congeladas hasta 3 meses (bien cubiertas con film transparente, en bolsas para congelar -en las que se meten las galletas una vez congeladas para evitar que pierdan la forma- o en un recipiente hermético).

CUANDO VAYAS A HORNEAR LAS GALLETAS:

  • Precalienta el horno a 175º (a no ser que la receta indique otra temperatura). El horno debe estar a esta temperatura en el momento de introducir las galletas.
  • Saca de la nevera o el congelador justo en el momento de hornear para que estén bien frías, esto te ayudará a que conserven la forma.

*Si las sacas directamente del congelador necesitarán unos minutos más de horno, pero se hornean exactamente igual.

  • Hornea las galletas hasta que los bordes estén ligeramente dorados (unos 14 minutos).
  • Deja que se enfríen en la bandeja 10 minutos, antes de pasarlas a una rejilla enfriadora.

Preparo dulces porque me pone de buen humor. La mantequilla hace feliz a la niña gorda que fui, así que nunca falta en mi nevera.

Atesoro kilos de harina, azúcar y chocolate y creo que deberían hacer perfume con el olor de la levadura fresca.

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Ottolenghi’s custard Yo-Yos: Galletas de crema

Recetas

Galletas de crema

Ottolenghi's custard Yo-Yos

Galletas de crema

ADAPTADA DE "SWEET" DE YOTAM OTTOLENGHI y helen goh

Ottolenghi's custard yo-yos
Galletas de vainilla
Ottolenghi's custard yo-yos

Tener un tarro de galletas caseras en la encimera de la cocina me recuerda a vidas que imaginaba de pequeña.

De alguna manera, el tarro de galletas, significa algo y me hace sentir bien.

Creo, que si te tuviera que decir algo de estas galletas, diría eso, que te hacen sentir bien.

Saben a mantequilla y a vainilla, porque basicamente es lo que llevan. Y huelen tanto a vainilla que la cocina se llena de ese olor, empujándote a prepararte un vaso de leche, para mojar galletas.

Igual me pasa con el libro «Sweet» (puedes encontrarlo como «Dulce«, porque está traducido al castellano) de Yotam Ottolenghi y Helen Goh, me hace sentir bien.

Este un libro para disfrutar de la repostería y de la belleza. De las recetas que hagas y de las que solamente leas. De la fruta y de dulces delicados y originales, perfectamente calculados y fotografiados de una forma perfecta.

Y es un libro para hacer ¡Para hacer un montón de dulces! Porque no tiene desperdicio, galletas, bizcochos, pasteles, tartas de queso, helados, trufas…

Goza y píllatelo cuando puedas. Es un básico que no debes quedarte sin probar.

Ottolenghi's custard yo-yos
Galletas de vainilla fáciles
Galletas de Ottolenghi
Ottolenghi's custard yo-yos

Cuando este maravilloso libro de recetas llegó por fin a mis manos me pasé días hojeándolo, dándole vueltas a qué probar primero… Y entonces las vi: Custard Yo-Yos with roasted rhubarb icing, tan monas.

Al leer la receta, ilustrada con una luminosa foto de las galletas rellenas de una crema rosa de ruibarbo, algo de ellas se quedó en mi mente, sin darme yo mucha cuenta, porque ese sábado fui por inercia buscando por el supermercado preparado para crema pastelera, algo que no suelo comprar.

Lo encontré.

Lo traje a casa.

Y el domingo por la mañana ya estaba preparando estas galletas.

Desde aquel día, día de antes, día del mundo pre-pandemia global, he hecho estas galletas al menos 10 veces.

Son muy rápidas de hacer. Puedes congelar la masa, las bolitas listas para hornear o las galletas ya horneadas y se conservan perfectamente.

Son dulces y mantecosas, recuerdan a las galletas de mantequilla de las latas azules, por su olor a vainilla y su textura.

Y son fáciles. Muy fáciles.

Galletas de crema pastelera
Ottolenghi's custard yo-yos
Galletas de mantequilla
Ottolenghi's custard yo-yos
Ottolenghi's custard yo-yos

Galletas de crema:

Yotam & Helen

En el libro, Yotam explica que son un clásico de la infancia golosa de Helen Goh, colaboradora suya y co-autora del libro.

La versión original de la receta combina estas galletas tan dulces con una crema de relleno hecha con ruibarbo asado. Me imagino que debe irles genial y cualquier otro relleno cremoso y algo ácido sería una buena idea porque complementará el sabor dulce de las galletas.

Galletas de mantequilla
Galletas de vainilla

El ingrediente secreto:

Llevan algo que, no sé tú, pero yo no suelo tener en la despensa: preparado para crema pastelera.

Y, aunque yo no suelo comprar preparados porque a mí lo que me divierte es pasarme horas en la cocina y por eso no me interesan  los atajos, en este caso -palabra de Ottolenghi- quise hacerlo todo como ellos indicaban en la receta original y utilizar el preparado.

El preparado que yo utilicé es de Aldi. Sé que en tiempos podías encontrarlo también en Lidl, y por sino tienes ninguno de estos supermercados cerca, aquí lo tienes online.

Puedes sustituir el preparado por maicena y añadir el doble de extracto de vainilla, pero el preparado hace que las galletas tengan un bonito color amarillo que, si quieres puedes lograr con una gotita de colorante amarillo en gel.

Custard Yo-Yo's

Una tarde de vainilla muy fácil

Ottolenghi's custard yo-yos
Ottolenghi's custard yo-yos

No te llevará más de 10 minutos preparar la masa y, a diferencia de otras galletas, no es necesario que la masa repose en la nevera.

¿Materiales? Un tamizador una espátula o una varilla y un tenedor.

Y si las haces con robot el proceso es aún más rápido.

De una atacada haces la masa, das forma a las galletas y al horno. Donde se pasarán 20 larguísimos minutos, antes de que puedas hincarles el diente.

NOTA:

Lo ideal es que se doren muy poquito, para que pueda verse el color amarillo que distingue estas galletas.

De mis dos bandejas, una se doró demasiado, las más doradas se pasaron, el color que debe quedarte es más bien amarillo.

Galletas de crema pastelera

Los ingredientes:

Estas galletas no llevan huevo, sino prácticamente partes iguales de harina común y mantequilla.

El preparado para crema pastelera, azúcar glas, dos partes iguales, una pizca de sal y extracto de vainilla ¿Te imaginas el sabor?

Mucha vainilla y mucha mantequilla. Todos lo bueno.

Tamizas juntos todos los ingredientes secos e incorporas la mantequilla ¡Fácil!

Receta de galletas de mantequilla
Receta de galletas de vainilla

Para formar las galletas, una vez que tengas lista la masa, haz bolitas de aproximadamente 15-20 gr. y colócalas en una bandeja preparada con papel de horno.

No es necesario que dejes reposar la masa en la nevera, pero puedes hacerlo si quieres o congelarla, puede conservarse un mes congelada.

Una vez que tengas las bolitas, pasa un tenedor por encima, resionando suavemente, pero sin aplastarlas demasiado. Más para dejar el dibujo, que para aplastar las galletas.

Haces las bolitas

Pasas un tenedor

Ottolenghi's custard yo-yos
Ottolenghi's custard yo-yos

Dejas el dibujo marcado

Y así se quedan horneadas

Ottolenghi's custard Yo-Yos:

Ottolenghi's custard yo-yos

Custard yo-yos

Adaptada de “Sweet” Yotam Ottolenghi y Helen Goh
Raciones 30 Galletas

Ingredientes
  

  • 175 gr. de harina común + 1 cucharada para enharinar
  • 65 gr. de preparado para crema pastelera en polvo Puede sustituirse por maicena doblar la cantidad de vainilla de la receta
  • 65 gr. de azúcar glas
  • 1/8 de cucharadita de sal
  • 170 gr. de mantequilla a temperatura ambiente y cortada en cubos
  • 10 ml. de extracto de vainilla pura o vainilla en pasta

Elaboración paso a paso
 

  • Precalienta el horno a 170º / 150º y prepara dos bandejas de horno cubriéndolas con una hoja de papel de horno o un silpat.
  • En el bol de la batidora tamiza juntos: la harina, el azúcar glas, la crema pastelera y la sal.
  • Bate a velocidad baja con la pala para que se mezclen bien los ingredientes secos.
  • Mezclando a velocidad baja ve añadiendo la mantequilla. Bate hasta que la masa tenga el aspecto de migas de pan.
  • Añade la vainilla. Aumenta la velocidad y mezcla a velocidad media aproximadamente 30 sg, hasta que la masa esté bien integrada, pero con cuidado de no batir en exceso.
  • Formar las galletas:
  • Ve cogiendo pedacitos de masa con una cuchara (aprox. 15 gr.) y dales forma de bolita (de unos 3 cm.) con las manos. Coloca las bolitas en las bandejas preparadas, dejando unos 4 cm. entre ellas.
  • Pasa por harina la parte trasera de un tenedor y presiona suavemente las bolitas para marcar líneas en cada galleta, pero in aplastarla demasiado.
  • Las galletas crecen en el horno, no trates de dejarlas completamente planas al presionar con el tenedor, lo que quieres es que queden bien marcadas las líneas, más que aplanar por completo las galletas.
  • Hornea las galletas 15 minutos, girando las bandejas a mitad de cocción, para que se horneen uniformemente. Están listas cuando la base de las galletas esté bien seca, pero no e hayan dorado demasiado.
  • Deja que se enfríen sobre la bandeja unos 5 minutos, antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriarse.

Así de fácil.

Puedes conservar, tanto la masa, como las galletas horneadas hasta 1 mes congeladas (yo las meto en bolsas para congelar, escribo la fecha y al congelador).

En el tarro maravilloso, en la encimera de tu cocina, se conservarán hasta 1 semana, haciéndote sentir bien, sino te las comes antes, que se han dado casos.

El libro no tiene fecha de caducidad.

Extracto de vainilla casero

Extracto de vainilla casero

Extracto de vainilla

Prepara tu propio extracto casero ¡súper fácil!

Extracto de vainilla casero

La vainilla es una de mis obsesiones.

Me encanta atesorarla. Hacerme con todas las variedades que encuentro, marcas y formas en que puedo encontrarla.

Es cierto que es un producto muy caro, que aún se ha encarecido más en los últimos años, convirtiéndose en un lujo. Sin embargo es un ingrediente básico en tu despensa repostera, ya que se añade a todas las recetas para realzar los sabores.

Por eso, atesorar y sacar todo el provecho posible de toda forma de vainilla que cae en mis manos, es un vicio que tengo -a cada uno, verdad, nos da por algo- y he pensado en contarte en este mini post lo sencillísio que es preparar tu propio extracto de vainilla y qué otras pastas y extractos de buena calidad puedes encontrar fácilmente y dónde.

Extracto de vainilla casero

vainilla:

El temazo repostero

Vainilla en pasta, extracto de vainilla, vainas y semillas

Extracto de vainilla casero. Cómo hacer extracto de vainilla casero

Puedes encontrar vainilla en pasta o extracto. La diferencia es que la pasta suele llevar semillas y el extracto no, aunque hay extractos de muy buena calidad que pueden contener semillas.

Si eres tan caprichos@ con este ingrediente como yo, quizá te interese echar un vistazo al catálogo de Eurovainille ¡Tienen de todo! Y sus productos son de muy buena calidad.

Aunque no se puede comprar directamente desde la página de la marca, puedes encontrarla en muchas tiendas de repostería.

productos y tiendas

La vainilla en pasta es el derivado más lujoso de este maravilloso ingrediente, porque contiene semillas -que se verán en tus dulces- y porque las pastas de calidad son un concentrado natural, con un intenso -y delicioso- sabor a vainilla.

Hace algunos años, la pasta de vainilla Nielsen Massey era mi indispensable absoluto. La calidad es excelente y el sabor que da a las cremas de vainilla y los helados es muy bueno, pero, la subida que ha habido en el precio de sus productos ha sido increíble. Aún así es un producto de capricho de muy buena calidad -yo he dejado de comprarla por lo prohibitivo de su precio pero te diré que, como soy una loca acumuladora tengo un par de tarros en el congelador que, en un epifanía navideña compré y custodio como si fueran un tesoro-.

Esta subida de los precios provocó desencanto con la marca-creo yo, no he hecho ningún estudio sociológico, pero es mi sensación-  y la pasta de vainilla Eurovainille llegó a ocupar la vacante en nuestras despensas pasteleras.

No es barata, porque la vainilla no lo es, pero es de buena calidad y su precio la hace más accesible.

Para tener algo -de batalla- que duela menos gastar, yo utilizo también pasta de vainilla Sosa o Home Chef. Es una pasta que lleva mucho azúcar, pero es más económica y aporta buen sabor. 

¿Dónde puedo comprar vainilla en pasta?
Extracto de vainilla casero. Cómo hacer extracto de vainilla casero

El extracto de vainilla natural es una infusión de vainas de vainilla en alcohol.

También puedes encontrarlo como aroma químico, que de algunas marcas no está nada mal y aporta muy buen aroma y sabor.

Entre los extractos: los mejores, para mí, son este de Nielsen Massey y este, de Lorann . 

El extracto de vainilla (incoloro) de Wilton, además de que, aunque químico, tiene un aroma muy rico, es más baratito y, si no quieres que aporte ningún color a tu receta es perfecto.

Aunque no sea aroma natural, para mí es muy agradable y económico.

Además de estos, puedes encontrar más marcas (echa un vistazo a la tienda de María Lunarillos) y también puedes preparar extracto de vainilla casero.

Dónde comprar extracto de vainilla:

El productazo fino son las vainas de vainilla.

Hace algunos años en Casa Ruíz podías comprar unas vainas excelentes a un precio accesible. Aún puedes, pero también se han encarecido mucho. Con todo, si necesitas vainas de calidad buscarlas en tiendas a granel de calidad, como Casa Ruíz es una buena opción.

Puedes comprarlas en plan capricho y usarlas para helado de vainilla o cremas en las que el sabor a vainilla sea el gran protagonista. 

Si no sabes dónde comprar puedes buscar on-line o decantarte por lo seguro y comprar las vainas de Eurovainille.

*Nunca las compres en el super. Esas ramas secas son de muy poca calidad y tampoco con baratas.

En Casa Ruíz, también puedes encontrar vainilla en polvo. Su aroma es más seco, pero en masas de bollería, quebrada o azucarada, galletas o bizcochos, aporta un sabor delicioso ¡Y verás las semillas!

Además de sal de vainilla que no sólo suele utilizarse en dulces como helados, sino también en carnes.

Si decides invertir en una buena vainilla -lo cual te recomiendo- consérvala siempre en un lugar fresco, seco y protegida de la luz directa. No la congeles ni la refrigeres, porque se humedecerán.

Conservación:

Si tienes pasta de vainilla o extracto de más (no, si se trata de vainas frescas) puedes congelar los tarros cerrados.
Yo envuelvo en film el tarrito sin abrir, y en una bolsa para congelar, con la fecha de compra y caducidad, al congelador directo.
Si lo que tienes son vainas, no las congeles ni almacenes en la nevera, porque se humedecerán. Envuélvelas muy bien en film o envásalas al vacío. Consérvalas en un tarro de cristal, protegidas de la luz solar directa y en un lugar fresco y seco.

Cómo preparar extracto de vainillacasero:

Extracto de vainilla casero. Cómo hacer extracto de vainilla casero.

El extracto de vainilla no es más que una infusión de vainas de vainilla en alcohol. Por eso hacer tu propio extracto de vainilla no sólo es facilísimo, sino que es otra forma de aprovechar las vainas de vainilla, que son un bien muy preciado en este momento.

Lo ideal es hacerlo con vainas nuevas y de buena calidad, pero, si te soy sincera, yo primero las utilizo para lo que sea y después las «reciclo» para el tarro perenne de extracto que escondo en el fondo del armario de mi cocina.

También podrías hacer lo mismo para preparar azúcar avainillado, incluso, triturarlas muy finitas y hacer vainilla en polvo.

Si ya has raspado las semillas del interior ¡No tires esa vaina! Añádela directamente a tu tarro extracto.

Si la vaina se ha manchado o si las utilizado para infusionar una crema, puedes lavarla muy bien, secarla completamente con un papel de cocina y, cuando esté sequita, añadirla también al extracto.

Extracto de vainilla casero. Cómo hacer extracto de vainilla casero.

El extracto es una infusión de vainilla en alcohol, por eso para hacerlo sólo tienes que infusionar vainas de vainilla en alcohol de alta graduación y dejarlo macerar.

Así tendrás un extracto natural, que puedes ir enriqueciendo con más vainas y rellenando con alcohol.

ALCOHOL
VAINAS DE VAINILLA
DEJAR MACERAR

Extracto de vainilla casero

Equipment

  • Un tarro o botella de cristal

Materials

  • 300 - 500 ml. de alcohol de alta graduación preferiblemente vodka
  • 5-7 vainas de vainilla

Elaboración paso a paso

  • Si vas a usar vainas nuevas, ábrelas a la mitad, ponlas en la botella y añade el alcohol.
  • Si utilizas vainas que ya has abierto, añádelas muy bien limpias y secas. Raspa con una puntilla el interior, para retirar bien las semillas y que no se vayan por el desagüe al lavarlas. Lava las vainas y sécalas con papel de cocina. Añade las semillas al extracto e introduce las vainas limpias y secas.
  • Agita bien y guarda el bote en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
  • Deja que macere al menos 2 meses, agitando de vez en cuando.

Como has visto, preparar tu propio extracto de vainilla es lo más sencillo del mundo, además te vuelves más ecológica y más ahorradora. 

Si quieres curiosear más sobre vainilla te dejo este post de los «Imprescindibles» de Bea Roque (*el enlance a vanillapoundsuk.com ya no está activo y ya no pueden comprarse vainas de vainilla en esta página) y este otro post sobre cómo hacer extracto de vainilla casero de Sally, autora de Sally’s baking addiction.

Puedes encontrar artículos sobre esta operación tan sencilla en la mayoría de blogs, porque, como cualquier pastelera casera sabe: necesitas vainilla en tu vida.

15 Básicos de repostería

15 Básicos de repostería

15 Básicos sobre ingredientes y utensilios de repostería

+ Algunos blogs y Libros que molan

15 Básicos de repostería

En una cocina de los años 70. En un bajo posterior dos. Un bajo, bajo. A pie de calle. Con dos ventanas con rejas. De las que asoman las cabezas de cantaores en moto, que fuman y venden. Allí volví a hacer dulces. Y fui feliz.

Llené el techo de dulce de leche, hice explotar una olla y aprendí cosas.

Mucho ha llovido, yo he aprendido más y por si acaso, es posible, que tú no llenes el techo de caramelo, te quiero contar cosas que aprendí y algunos básicos para hacer repostería.

15 Básicos de repostería

15 Básicos de repostería

15 [ o más] básicos sobre ingredientes y utensilios de repostería

15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

15 Básicos de repostería

Antes de empezar

15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

¿Tengo todos los ingredientes ?

Comprueba que tienes todos los ingredientes de la receta antes de empezar y que todos están frescos -o al menos potables-. Si preparas la mise en place antes de empezar estarás segur@ de que lo tienes todo.

¿Y SI ME FALTA ALGUNO? En muchos casos puedes hacer una sustitución.

Comprueba antes si la sustitución es posible, si tienes algún ingrediente que pueda ser equivalente y las cantidades y proporciones que tienes que añadir para obtener un resultado parecido.

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La temperatura correcta

Lee la receta completa antes de empezar, por muy fácil que parezca y presta especial atención a las indicaciones sobre temperatura y orden de adición de los ingredientes.

Salvo que la receta indique otra cosa, todos los ingredientes deben estar siempre a temperatura ambiente.

Saca todo lo que necesites de la nevera unas horas antes, no solo la mantequilla, también todos los demás ingredientes frescos: huevos, leche, etc. Añadir un ingrediente frío puede alterar la química de la receta y lo mismo ocurre si está caliente y no debe estarlo.

¿Y si no lo he sacado de la nevera con tiempo?

Qué hacer si no he sacado a tiempo la mantequilla de la nevera antes de hacer un bizcocho

Don´t panic!

Hay formas de acelerar el proceso para que puedas tener los ingredientes rápidamente a la temperatura correcta:

Mantequilla: Si la metes en el microondas, probablemente, se fundirá o se derretirán unas partes y otras no.

Pero, puedes calentar 2-3 minutos en el microondas un recipiente con agua. Mientras trocea la mantequilla. Saca el recipiente de agua y mete la mantequilla troceada, CON EL MICROONDAS APAGADO. Cierra la puerta y espera unos minutos para sacar tu mantequilla ablandada. *Truco es de Sally [Sally´s baking addiction]. Puedes leer su post: Soften butter quickly with this trick.

También puedes cortarla en trocitos pequeños o en láminas, rallarla o ponerla entre dos láminas de papel de horno y aplastarla con un rodillo.

Básicos para iniciarse en repostería

Hay que tener huevos...a temperatura ambiente

Huevos:

Sumergirlos en agua tibia 10 minutos acelera el proceso. Truqui de Bea Roque de «El rincón de Bea», altamente recomendable para templar los huevos.

El truco del microondas también puede servirte para leche o yogur, siempre con al microondas apagado.

Para enfriar rápidamente te sirve el procedimiento inverso: un baño frío (agua con hielo), un recipiente helado o what the hell: al congelador unos minutos.

sigue las indicaciones sobre temperatura y orden de adición.

15 Básicos de repostería
Básicos para iniciarse en repostería
15 Básicos de repostería

SUSTITUYENDO DE INGREDIENTES:

Impulsores para repostería

Busca la EQUIVALENCIA (QUÍMICA)

En muchas ocasiones es posible cambiar un ingrediente por otro, pero en muchos de estos casos hay que ajustar las cantidades o hacer un equivalente casero, mezclando otros ingredientes similares.

Los ingredientes intercambiables son los que son químicamente equivalentes o que pueden, mediante una mezcla de parte de uno y parte de otro, producir un resultado similar en la receta.

Por ejemplo, puedes sustituir parte del azúcar de una receta por miel, sirope de maíz o por glucosa aplicando una proporción de 1 por  3/4. ¿Por qué 3/4 ? Porque sustituyes azúcar granulado por azúcar invertido. Su poder endulzante es mayor, por eso has de ajustarlo retirando una parte. 

Lo mismo ocurre al cambiar aceite por mantequilla sustituye 3/4 de aceite por cada parte de mantequilla a sustituir. ¿Por qué? Porque el aceite es grasa pura y la mantequilla no, ya que contiene un porcentaje de agua, por eso no sustituyas 1 a 1.

En otras ocasiones puedes preparar una aproximación casera del ingrediente que necesitas, como con el buttermilk o la crema agria.

Puedes sustituir ingredientes por otros que, por su composición, produzcaN efectos similares en la receta.

BÁSICOS DE REPOSTERÍA

LA IMPRESCINDIBLE VAINILLA

Extracto de vainilla casero

Vainilla: extracto, en pasta, vainas o en polvo

¿Cuál compro?

La vainilla es una obsesión para mí. Es un ingrediente básico que, como habrás visto ¡Está carísima!  Sin embargo la necesitas en tu despensa repostera.

Extracto de vainilla casero. Cómo hacer extracto de vainilla casero

El extracto de vainilla natural es una infusión de vainas de vainilla en alcohol. También puedes encontrar un aromatizantes químicos, de los extractos transparentes de calidad a cualquier mezcla chunga que puedas comprar en el super.

Entre los extractos: los mejores, para mí, son este de Nielsen Massey y este, de Lorann . 

El extracto de vainilla (incoloro) de Wilton, además de que, aunque químico, tiene un aroma muy rico, es más baratito y, si no quieres que aporte ningún color a tu receta es perfecto. Aunque no sea aroma natural, para mí es muy agradable y económico.

Hay más marcas y también puedes preparar extracto de vainilla casero, como te cuento aquí.

Cómo hacer extracto de vainilla casero

La vainilla en pasta es el derivado más chulo de este maravilloso ingrediente, porque contiene también semillas -que se verán en tus dulces- y porque las pastas de calidad son un concentrado natural, con un intenso -y delicioso- sabor a vainilla.

Hace algunos años la pasta de vainilla Nielsen Massey era mi indispensable absoluto, pero la subida que ha habido en el precio de sus productos ha sido increíble. Aún así es un producto de capricho de muy buena calidad -yo he dejado de comprarla por lo prohibitivo de su precio pero te diré que, como soy una loca acumuladora tengo un par de tarros en el congelador que, en un epifanía navideña compré y custodio como si fueran un tesoro-.

Esta subida de los precios provocó desencanto con la marca –creo yo, no he hecho ningún estudio sociológico, pero es mi sensación- y la pasta de vainilla Eurovainille llegó a ocupar la vacante en nuestras despensas pasteleras.

No es barata, porque la vainilla no lo es, pero es de muy buena calidad y su precio la hace más accesible. Tienen además una gama bastante amplia de productos de vainilla.

Para tener algo -de batalla- que duela menos gastar, yo utilizo también pasta de vainilla Sosa o Home Chef. Es una pasta que lleva mucho azúcar, pero es más económica y aporta buen sabor. 

*Te dejo los enlaces a la tienda María Lunarillos , porque es donde yo la compro ultimamente ¿Por qué? Por su variedad, rapidez en las entregas y atención al cliente.

El productazo fino son las vainas de vainilla.

Hace algunos años en Casa Ruíz podías comprar unas vainas excelentes a un precio accesible. Aún puedes, pero también se han encarecido mucho. Con todo, si necesitas vainas de calidad buscarlas en tiendas a granel de calidad, como Casa Ruíz es una buena opción.

Puedes comprarlas en plan capricho y usarlas para helado de vainilla o cremas en las que el sabor a vainilla sea el gran protagonista. 

*Nunca las compres en el super. Esas ramas secas son de muy poca calidad y tampoco con baratas.

Si no sabes dónde comprar puedes buscar on-line o decantarte por lo seguro y comprar las vainas de Eurovainille.

En Casa Ruíz, también puedes encontrar vainilla en polvo. Su aroma es más seco, pero en masas de bollería, quebrada o azucarada, galletas o bizcochos, aporta un sabor delicioso ¡Y verás las semillas!

Además de sal de vainilla que no sólo suele utilizarse en dulces como helados, sino también en carnes.

Si decides invertir en una buena vainilla -lo cual te recomiendo- consérvala siempre en un lugar fresco, seco y protegida de la luz directa. No la congeles ni la refrigeres, porque se humedecerán.

Extracto de vainilla casero. Cómo hacer extracto de vainilla casero.

Extracto de vainilla casero

¿Cómo lo hago?

Hacer tu propio extracto de vainilla no sólo es facilísimo, sino que es otra forma de aprovechar las vainas de vainilla que ya has utilizado.

Aunque es preferible hacerlo con vainas nuevas y de calidad, yo primero las utilizo para lo que sea y después las «reciclo» para el tarrito perenne de extracto que escondo en el fondo del armario de mi cocina. Para hacerlo sólo tienes que infusionar vainas de vainilla en alcohol de alta graduación, ya que el extracto no es más que una infusión en alcohol, que se deja macerar.

Lo ideal es utilizar vainas de vainilla de buena calidad y destinarlas a la preparación del extracto. Sin embargo, yo personalmente, utilizo también las vainas a las que ya he raspado las semillas, porque me duele el riñón cuando uso vainas de vainilla. Las lavo muy bien, las seco completamente con un papel de cocina y las añado al extracto.

Extracto de vainilla casero

Sólo necesitarás uno o varios tarros de cristal, alcohol de alta graduación -preferiblemente vodka o ginebra-. El barato es perfecto, porque suele tener una graduación muy alta y a penas sabor, y unas cuantas vainas de vainilla.

*Unas 3-5 vainas para 200-300 ml. de alcohol.

Si vas a usar vainas nuevas, ábrelas a la mitad, ponlas en la botella y añade el alcohol. Agita bien y guarda el bote en un lugar fresco, seco y protegido de la luz. Deja que macere al menos 2 meses, agitando de vez en cuando.

Yo lo hago así: tengo un tarro eterno, de cristal, cubierto con papel de estraza, lleno de extracto, que de vez en cuando relleno con nuevas vainas y más alcohol.

Utilizo este extracto en los tarritos de pasta de vainilla que se me terminan, para que cualquier resto que quede, se disuelva en el extracto casero, así rebaño la pasta y enriquezco el sabor del extracto casero. De vez en cuando, si estás rumbos@, puedes añadir alguna vaina nueva, para darle vidilla.

15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

Utensilios básicos de repostería

¿qué necesito?

Utensilios básicos

15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
15 Básicos de repostería
15 Básicos de repostería

Esta lista puede ser tan breve o extensa como tú quieras. Desde el Corte inglés  a Amazon, tiendas especializadas o el bazar de tu barrio, por una cantidad de dinero razonable puedes conseguir lo básico, e ir ampliando tu arsenal con el tiempo.

Boles y cazos:

Es recomendable que reserves los cacharros para repostería, al menos algunos, sólo para repostería ¿Por qué? Para evitar la mezcla de sabores. Si tienes un cazo en el que fríes pimientos y luego haces una crema pastelera…pues…

No necesitas muchos y hay cosas que puedes utilizar indistintamente, pero reserva algunos recipientes, cazos o cuencos para las preparaciones más delicadas de repostería.

Si puedes, intenta utilizar el utensilio que más se ajuste al que indica la receta, hazlo, ya que a veces las cosas salen mal porque el aparato, chisme o cacharro en cuestión, no te permite realizar la elaboración como ha de hacerse.

Para el merengue, mejor usa boles de cristal o de metal. 

No utilices recipientes que no sean resistentes al calor o a los cambios de temperatura, sobre todo para elaboraciones en caliente, como almíbares y caramelos que pueden alcanzar temperaturas de hasta 150º.

¿Qué básicos necesitas para empezar con la repostería?

  • Cuencos de acero inoxidable: Es muy útil tener varios, de diferentes tamaños. Ten algunos con bordes altos y otros con la base de silicona, son perfectos para cremas en las que viertes con una mano y bates con la otra.
  • Cuencos de cristal o cerámica  de varios tamaños y con el fondo grueso ¡Cuidado con el peso! Algunos pesan mucho.
  • Una báscula digital.
  • Tazas y cucharas medidoras.
  • Tazas medidoras para líquidos (las jarritas con las medidas estandarizadas). Son muy útiles pero, además, si haces recetas americanas que expresan las medidas en volumen, no tendrás que hacer la conversión y podrás medir directamente.
  • Uno o dos tamizadores, de diferente grosor. Uno grueso para las harinas y uno fino para las cremas.
  • Puede ser útil un bol refractario para baño maría  (los que se insertan perfectamente en cazos y se sujetan con un gancho, o incluso el cazo para baño maría, que lleva un espacio para el agua caliente y que no salpique nada).
  • Varillas de metal.
  • Espátulas (o lenguas) de silicona.
  • Espátulas de metal de varios tamaños y formas. 
  • Algunas cucharas de madera.

Las varillas para montar, cuanto más amplias y abombadas mejor. Las espátulas de silicona mejor si son de una sola pieza, sino, al limpiarlas hay que retirar la pieza extraíble y limpiarla bien.

  • Ralladores, peladores y alguna puntilla no te irán mal.
  • Un mortero, para moler especias.
  • Cucharas de helado, para dosificar la masa y rellenar cápsulas de cupcakes y muffins o para medir con ellas la masa o el relleno que añades.
  • Un termómetro de azúcar y ya, muy pro, uno electrónico.
  • Una batidora eléctrica que tenga un accesorio para varillas y ganchos para mezclar: No tiene que ser de pie. Las de LIDl son de mano, van genial y son prácticamente irrompibles, además de económicas.

En LIDl  tienes ofertas de productos para ir surtiendo tu cocina repostera sin arruinarte.

Básicos de repostería

Peso y medidas en repostería

En repostería, las medidas, siempre deben ser exactas:

Pesa todos los ingredientes

Las medidas siempre deben ser exactas. La mejor forma de medirlas es con una báscula digital

Para las cantidades pequeñas puedes usar tazas o cucharas medidoras. Las medidas de estas cucharas son medidas estandarizadas, con equivalencia en gramos. Cuando compres cucharas y  tazas medidoras, comprueba que se corresponden  con las medidas que indican.

Cucharadas y tazas siempre se añaden rasas. Con el azúcar moreno has de apretar la medida para medirlo con exactitud y ¡Cuidado con los líquidos! Es más difícil medirlos por volumen. Pesa siempre que te sea posible, es la forma más exacta de hacerlo.

15 Básicos de repostería

¿Cómo puedo saber si mis tazas y cucharas medidoras miden con exactitud?

Anna Olson, en su libro «Repostería con Anna», explica una forma de comprobar que tus tazas medidoras miden con exactitud:

Coloca un bol vacío sobre la báscula de cocina y llena la taza de medida o cuchara con agua, vierte el contenido en el bol y comprueba que se corresponde con el peso que indica, puedes usar una tabla de equivalencias.

Puedes encontrar tablas de equivalencias y conversores para todas las medidas en Internet.

Los libros de repostería de Bea Roque ¡Todos vienen con su tabla de equivalencias!

15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

Los ingredientes secos:

Pesa, mezcla y tamiza ¡siempre!

Tamiza siempre los ingredientes secos. Pesa juntos, directamente sobre el bol o sobre un papel de horno y en el tamizador los ingredientes secos y pasa por el tamiz el número de veces que indique la receta. Normalmente, si no dice otra cosa, se tamiza sólo una vez. 

HAY EXCEPCIONES: Chefs como Christina Tosi explican que no son muy del rollo de tamizar siempre, porque le parece una pérdida de tiempo. 

Yo sí lo hago, porque ayuda a mezclar perfectamente la parte seca y evita grumos de harina o cacao.

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Manga pastelera:

A mí, la manga pastelera me daba miedo. Luego me cabreaba. Ahora ¡Tengo un vicio!

Si decides lanzarte a hacer cupcakes o tartas, macarons, galletas decoradas…necesitarás familiarizarte con ellas.

La oferta de boquillas es inmensa. No necesitas muchas al principio, un pequeño kit como este de Wilton puede ser genial para empezar.

Hay mangas pasteleras desechables y reutilizables.

Pero, elijas las que elijas, hay un primer paso que puede ser una movida: sujetar la manga con una mano y rebañar un bol con otra. Por eso…

Rellenar la manga pastelera:

Sobre todo al principio, la manga es una movida. No te apañas, la lías, manchas toda la cocina y al final te queda un churro.

Por eso, como si no practicas, difícilmente aprendes, este pequeño truquillo, al menos, alivia el primer paso, rellenar la manga:

Para rellenar una manga, usa un vaso alto, como en la foto. Engancha la manga, ya preparada, con la boquilla ya puesta, y sujétala en los bordes del vaso.

¡Listo! Manos libres, manga fija y a rellenar tranquilamente.

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manga pastelera:

MANGAS:

Puedes encontrar mangas de toda clase, te dejo los enlaces:

BOQUILLAS Y MANGAS:

15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
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Básicos de repostería

Moldes y horneado

15 Básicos de repostería
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

Prepara siempre los moldes

Prepara los moldes siempre: Desde lo más sencillo, como enmantecar o rociar el molde con spray desmoldante, a forrar por completo con papel de horno y dejar 2-3 cm. por encima del borde del molde, como conn los cheesecakes y puddings. Prepara siempre los moldes antes de hornear nada en ellos.

La mayoría de libros de repostería contienen apartados de preparación de moldes que están muy bien.  Clases magistrales de pastelería, de Mich Turner o Repostería, estilismo y fotografía y My sweet kitchen de Linda Lomelino, explican muy bien cómo hacerlo.

Como norma general: enmanteca siempre el molde -yo lo hago con margarina, porque es más barata y tiene una temperatura de fusión más alta que la mantequillal- y cubre la base con un disco de papel de horno (*puedes comprarlos pre-cortados o cortarlos tú).

Si utilizas moldes que no sean desmontables, cubre también las paredes con dos tiras de papel de horno. Enmatecar el molde te ayudará a que el papel se adhiera perfectamente. ajústalo, alisando bien las arruguitas.

Los moldes cuadrados y rectangulares se cubren cortando un cuadrado (o un rectángulo) de las 4 esquinas, ajustando la medida al tamaño del molde.

En este post con vídeo de la fantástica Míriam –El invitado de invierno– puedes ver cómo se hace.

15 Básicos de repostería

¿Puedo cambiar de molde?

Este es un tema y, como en todo, hay opiniones.

Hay quien da indicaciones estrictas sobre el molde específico para una receta y aconseja no cambiarlo y hay quien se lanza a cambiarlo según le parece y ajusta, sobre la marcha, según la cantidad de masa que tienes.

Yo puedo decirte lo que hago yo: Cambio de molde según lo que quiero hacer con esa receta sin mirar demasiado la capacidad que indican ¿Qué pasa? Que puede sobrar masa ¿Y qué hago? Magdalenas, otro bizcocho…un loaf pequeñito en un molde mini. Según el caso.

Sea como sea, cuando lo hagas, cuenta con especificaciones básicas como no rellenar más de 2/3 todas aquellas masas que lleven leudantes o que sean tipo genovesa, porque crecen en el horno y con que hay que justar el tiempo de horneado en función del tamaño, la capacidad y la forma del molde.  Moldes más profundos necesitarán más tiempo en el horno, obviamente, y si haces una plancha de bizcocho, se horneará antes.

Pero, si quieres saber qué cambios has de hacer para adaptar una receta a un molde específico, en este otro post de Míriam, de «El invitado de invierno» puedes aprender cómo Adaptar una receta de bizcocho o tarta a otro tamaño de molde.

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15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

Desmoldar: Bizcochos perfectos

  • Utiliza moldes desmontables, siempre que la receta no especifique otro tipo de molde.
  • Elijas el molde que elijas, que sea anti-adherente, y si pesa, mejor -los moldes de buena calidad pesan más. Los moldes muy ligeros=aleaciones de metal chungas-
  • ¿Moldes de color claro y no desmontables? Dice la leyenda absorben menos calor que los moldes oscuros, y que la cocción es más suave. No te sé decir si es cierto. Pero, si tienes moldes de estos: forra  el molde por completo, incluidas las paredes y desmolda usando una rejilla enfriadora al dar la vuelta al molde.
  • PON SIEMPRE un disco de papel de horno en la base del molde.
  • Una manera de cortar el disco a la medida es colocar una hoja de papel de horno sobre el molde y doblarla a la mitad, sobre esta línea coloca el molde y con un lápiz traza su contorno.
  • Otra, más simple, es trazar a silueta de la base del molde con un lápiz, recortar y hornear por el lado contrario al lado en que hayas dibujado con el lápiz.
  • Enmanteca las paredes y la base.
  • No uses harina para cubrir el molde, crea una película blanca de harina cruda que afea el bizcocho.
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
  • Puedes cubrir las paredes con tiras de papel de horno, cortadas con un ancho dos o tres centímetros superior a la del molde. Puedes hacer unos pequeños cortes trasversales en la base, para que se ajusten al molde redondo, sin crear arrugas. 
  • Al sacar del horno, coloca sobre una rejilla enfriadora, para que el aire circule y la base no se recueza ni quede húmeda.
  • Deja que se enfríe totalmente antes de desmoldar, pero no abandones el bizcocho horas, porque cuando se enfría se contrae un poquito, pero tras un rato, vuelve a dilatarse y te costará más desmoldar. 15-20 minutos está bien.
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería

Horneado:

Pre-calienta siempre el horno:

Enciéndelo siempre en el momento de empezar a preparar la receta, así te aseguras de que, para cuando llegue el momento de meter tu bizcocho, el horno ya esté caliente.

Nada más empezar comprueba que lo has encendido y que está a la temperatura correcta.

Un termómetro de horno te facilita la vida. Los hay baratos.

Si se te ha olvidado encender el horno, no te preocupes, ni metas el bizcocho con el horno frío: cubre la masa con film y reserva en la nevera, para ralentizar el efecto de la levadura -que en frío es más lento-.

El horno debe haber alcanzado una temperatura estable cuando metas el dulce. Deja que se caliente mínimo 15 minutos.

Si -Oh tragedia-, te olvidaste de pre-calentar el horno, eran unos cupcakes, y ya has rellenado las cápsulas, corres el riesgo de que la masa cruda las humedezca, pero es preferible esto a meter los cupcakes en un horno frío.

15 Básicos de repostería

Para layer cakes, es recomendable hornear de forma independiente cada capa de bizcocho.

Los bizcochos gruesos se hornean de forma más irregular,  hornear capas independientes facilita el horneado uniforme y que el centro quedará cocinado, pero jugoso.

 

Según el tipo de masa, puedes o no prepararla con antelación.

Las masas de bollería (tras la primera fermentación, cuando aún te queda pendiente la segunda), galletas, masa quebrada, de pie o sucré y hojaldres, se conservan bien refrigeradas y se pueden congelar.

Pero, los bizcochos y las genovesas, es preferible hornearlas recién hechas, y en cuanto hayas vertido la masa en el molde, ya que si lo dejas demasiado tiempo en el molde, las que tienen una base de espuma o merengue pueden perder aire y asentarse, y, en las que llevan levadura, el impulsor puede empezar a actuar mientras está fuera del horno, perdiendo parte de su potencial leudante. Si tienes que esperar o vas a hornear varias tandas:

  • Conserva siempre que puedas la masa en el bol, bien cubierto y en la nevera.
  • Bate suavemente la masa justo antes de rellenar el molde.
  • Si se trata de cupcakes rellena las cápsulas justo antes de hornear, y al sacarlos del horno, con cuidado, vuelca el molde y deja que los cupcakes se enfríen sobre una rejilla. Evita que se recuezan.

Los muffins y magdalenas deben su copete a un golpe de calor inicial:(180º-185º) grados. Cuando los hornees, pre-calienta el horno algo más fuerte que con un bizcocho, mete en el horno, hornea 5-10 minutos a esta temperatura y baja el horno a 175º.

Las masas muy líquidas se hornean a temperatura más suave (170º-175º). Masas más densas, con harinas más ricas en gluten, mucho azúcar o frutas, se hornean a una temperatura algo más alta (175º-185º).

Los bizcochos crecen durante todo el tiempo de horneado, que debe producirse a una temperatura estable. No abras el horno hasta que hayan transcurrido al menos 20-25 minutos de cocción. Corres el riesgo de que se hunda.

Aunque se haya cumplido el tiempo de horneado, pincha con un palillo o caketester antes de sacar el horno. si sale limpio -o casi limpio- está listo.

No sobrehornees los bizcochos, si está algo crudo, aumenta el tiempo de 2 en 2 minutos.

15 Básicos de repostería
Impulsores para repostería
15 Básicos de repostería
15 Básicos de repostería

Seguramente, a pesar de que este post es p#t* interminable, quedan cosas…pero, para eso tienes la palabra de los sabios.

Blogs Guapos

15 Básicos de repostería
15 Básicos de repostería. Qué necesito para empezar en repostería
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Comprar libros de cocina es un vicio, pero, además hay muchos blogs y recursos gratuitos con los que puedes aprender, probar y disfrutar de miles de recetas y fotos maravillosas.

Estos son sólo algunos ejemplos de lo que la inmensidad de internet puede ofrecerte.

Comprar libros de cocina es un vicio, pero, además hay muchos blogs y recursos gratuitos con los que puedes aprender, probar y disfrutar de miles de recetas y fotos maravillosas.

Estos son sólo algunos ejemplos de lo que la inmensidad de internet puede ofrecerte.

Blogs en inglés

Blogs en castellano

  • Mi favorito. Muy chulo, lleno de humor, fotos bonitas  y conocimiento gastronómico. Míriam y su blog «El invitado de invierno» que es mucho más que repostería. Vas a leer, te vas reír y vas a aprender.
  • Inicialmente en castellano y ahora en inglés: Historias del ciervo. Mucho arte.
  • Imperdible total: El rincón de Bea.
  • Si además de la repostería, disfrutas leyendo: Pemberley cup & cakes, el maravilloso blog de Rosa. Maravillosas recetas y una forma de escribir que es una maravilla.
  • Postre adicción: Uno de los blogs fundacionales de esta pasión pastelera que se ha extendido como la pólvora. Absolutamente básico.
  • De capricho es el blog de Sylvain: Gourmétier. Necesario seguirle. Masa, dulce y salado, preparados con una increíble delicadeza ¡Ahora además ha sado un libro!
  • Pimienta dulce: el precioso blog de Irene e Iván, artistas de la masa, la pizza y la alegría de cocinar. Un gustazo que no te debes perder.

Puede que haya más de 15 y que no todos sean básicos, pero, creo que no me dejo ninguna de esas cosas que me hubiera gustado saber, después de alguna placa tamaño bandeja de galletas o de un bizcocho deforme que jamás abandonó el molde.

Preparo dulces porque me pone de buen humor. La mantequilla hace feliz a la niña gorda que fui, así que nunca falta en mi nevera.

Atesoro kilos de harina, azúcar y chocolate y creo que deberían hacer perfume con el olor de la levadura fresca.

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White cake: bizcocho blanco

Receta

White cake: bizcocho blanco

White cake

Cómo conseguir bizcochos y cremas más blancos para teñir de colores

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La física dice que la energía, ni se crea, ni se destruye. Sólo se transforma.

Yo creo que lo mismo pasa con la obsesión. Y, en aquel momento, la obsesión concurrente fue: tartas blancas.

¿Blancas?

Tartas blancas…o no tanto, porque  y una tarta arcoiris como este Rainbow doodle birthday cake de Sweetapolita,  o una en la que necesitas un fondo blanco como la funfetti, donde los sprinkles destaquen, como este Sprinkle cake de Molly Yeh.

Sea cual sea tu propósito, cuando necesitas una tarta blanca, la necesitas tí@.

Y  si además el sabor y la deliciosérrima textura de un sobao pasiego pueden hacerse realidad en tu cocina, la semilla de la obsesión habrá sido plantada: quiero White cake.

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White cake: Bizcocho blanco

Básicos: vainilla sin yema de huevo

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White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.

¿Qué es un white cake?

Un bizcocho de vainilla hecho sólo con clara de huevo, para que sea del color más blanco -o claro- posible.

¿Para qué un bizcocho blanco?

Bien para teñirlo y que los colores queden más brillantes, sin amarillear.

Para tartas blancas: quieres una tarta blanca y ya está.

Para tartas funfetti en las que quieres que los sprinkles se aprecien todo lo posible.

Un bizcocho blanco ¿Es blanco?

El resultado suele ser un color muy clarito, un beige  muy suave.

La parte exterior se tuesta durante el horneado, por lo que, por fuera, es como cualquier otro bizcocho.

Si necesitas que todo sea blanco, blanco, blanco, retira con un cuchillo de sierra los bordes y las partes de arriba y abajo del bizcocho. El interior sí suele quedar muy claro.

Puedes hacer lo mismo si quieres que sólo se vea el color del que lo has teñido.

¿Y si lo quiero blanco, pero blanco nuclear?

Hay estrategias para lograr el tono más blanco posible.

La primera es muy obvia: utiliza sólo ingredientes claros: clara de huevo en lugar de huevos, extracto puro (incoloro) de vainilla, aceite de girasol -o de canola, si lo tienes a tu alcance-.

Tanto para la crema, como para el bizcocho, utilizar una marca de mantequilla que tenga un color lo más claro posible, ayuda.

*Las marcas que tienen en LIDL y en ALDI tienen un tono más claro que la mantequilla de Asturiana o Kerry Gold, no sé por qué pero hay mantequilla más amarillas que otras.

También puedes utilizar shortenning (grasa vegetal, tipo Crisco). Es similar a la margarina, pero no imita la textura, color ni el sabor de la mantequilla. No es muy sano, porque es una grasa hidrogenada -aceites tratados químicamente para que solidifiquen, como la margarina- pero cumple el objetivo.

Y, siempre puedes añadir, tanto a la crema como a la masa del bizcocho, colorante blanco: Gel blanqueador como este white-white gel icing color de Wilton.

¿En que se diferencia de otros bizcochos de vainilla?

En que no lleva yema de huevo. Esta es la diferencia con el yellow cake que lleva, bien sólo yemas, bien más cantidad de yema que de huevos enteros.

¿Hay que tener algo en cuenta al prepararlo o ajustar una receta para preparar un white cake?

Al retirar las yemas de un bizcocho de vainilla, retiras grasa y la textura del bizcocho cambiará. Por eso, aunque la tentación de mantenerte fiel a tu receta de vainilla es fuerte -todos tenemos una, es la nuestra y no queremos dejar algo que nos ha funcionado, pero- tienes que tener en cuenta que necesitarás re-equilibrar la receta para reponer esta grasa que has retirado y sustituido por agua y albumina.

White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.
White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.
White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.
White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.

Hay muchas recetas de White cake por todo el Internet. Yo he probado algunas. Y no te puedo decir que haya encontrado ninguna que no me guste, pero, esta, esta es la receta que no he podido parar de hacer desde que la probé.

La receta es de Molly Yeh, autora del blog «My name is Yeh» Molly on the range , un libro rebonito y presentadora de Girl meets farm.

Yo soy muy fan de Molly, de sus recetas y de su rollo en general-a ver, yo, como otros muchos, porque es famosa que flipas [#iconic], pero, como ocurre con frecuencia en el mester amoroso, uno considera que el amor que siente es único y particularmente genuino-. Entre otras muchas recetas, este bizcocho que ella utiliza para su Tarta Funfetti, es una de las razones de este inusitado amor que le profeso en la distancia y desde el anonimato.

La he hecho de limón, de vainilla y también de otros sabores y colores, como en este bizcocho de té Matcha, en el que, como ves, el color se mantiene bastante bien sin necesidad de colorante.

Para mí, es la receta perfecta. Es un bizcocho denso y jugoso -ni siquiera horneado como plancha de 20 x 15 cm. queda seco- y tiene un sabor delicioso y muy versátil.

La combinación de harina común y maicena (o harina de maíz o arroz) da como resultado una miga estable, densa y resistente pero delicada, suave y húmeda.

Es consistente y así puedes manipularlo sin que se rompa o se desmigue, por lo que es perfecto para hacer tartas con él.

También puedes prepararlo utilizando harina de repostería y da buen resultado, aunque yo prefiero la mezcla, y Molly Yeh, segú su actualización de la receta, también.

Además, la receta de Molly, no sólo utiliza la mantequilla cremada junto al azúcar para conseguir una miga suave y aireada, sino que incorpora una cantidad extra de aceite que hace que el bizcocho sea jugoso, rico y esponjoso. Así, la grasa que retiras al eliminar las yemas, queda deliciosamente compensada.

Yo he adaptado un poquito la receta. He sustituido la leche entera por crema agria  o yogur griego  (+ 1 pizca de ácido cítrico o zumo de limón) y añado  ralladura de limón -salvo que quieras que sea sólo de vainilla o de cualquier otro sabor-.

El resultado es muy parecido a un sobao, un sobao gigante y delicioso que no puedo dejar de hacer.

Así es la obsesión. Permanece, ejerce su acción mientras se degrada, y después, se transforma en otra obsesión.

White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.
White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.

¿Y cómo consigo una crema blanca?

Cremas blancas, para teñir, o no

Pues te diré que la estrategia no es tan distinta de la de la masa:

OTRAS OPCIONES: ACABADOS EN BLANCO SIN CREMA

  • También puede cubrir la tarta con un baño espejo blanco: después de la capa final de crema de mantequilla puedes bañar la crema con una cobertura espejo preparada con chocolate blanco o manteca de cacao que también puedes teñir con un blanqueador.
  • Y, por supuesto, la más obvia de las obviedades: cubrir la tarta con fondant blanco, si necesitas una tarta blanca, para una boda por ejemplo.

*Esta última opción, aunque no esté de moda, te permite conservar la tarta bajo la capa de cobertura de azúcar. Si estás con una tarta de boda, tú y yo sabemos, que llevas días currando y que es posible que la tarta se sirva en uno o dos días, con lo que ¡Ni tan mal!

¿Y si quiero colorinchis?

White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.

Esta es otra de las razones para intentar conseguir una crema o bizcocho blanco: teñirlo sin que el tono amarillo de la yema de huevo o la mantequilla dejen un color anaranjado.

Con una base beige es mucho más fácil conseguir colores vivos.

  • Utiliza para teñir masas y cremas colorantes en gel o en pasta.
  • Añade pequeñas cantidades, poco a poco, hasta conseguir el color que quieres. normalmente con 1/8 de cucharadita ( menos, con la puntita de un palillo) de colorante en gel o pasta puedes conseguir colores vibrantes y muy intensos.

Si quieres ver todas las posibilidades para colorear dulces, en María Lunarillos tienes una variedad increíble y prácticamente cualquier color o tipo de colorante.

White cake. Bizcocho blanco. Receta de white cake. Bizcocho blanco de vainilla.

White cake

Cocina Americana

Ingredientes
  

  • 250 gr. de harina común + 50 gr. de maicena
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 cucharadita de sal
  • 330 gr. de azúcar blanco
  • La ralladura de 1 limón grande
  • 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 60 ml. de aceite de girasol o cualquier aceite neutro
  • 15 gr. de extracto puro de vainilla incoloro o vainilla en pasta (1 cucharadita)
  • Opcional: 1 cucharadita de extracto de princesa
  • 210 gr. de clara de huevo (aproximadamente las claras
  • de 5 huevos M)
  • o 250 gr. de crema agria/ crema fresca o 250 ml. de nata para montar/yogur + ½ cucharadita de ácido cítrico
  • 1 cucharadita de zumo de limón

Elaboración paso a paso
 

  • Pon una rejilla de horno en la ranura inferior y pre-calienta el horno a 175º. Prepara una bandeja de horno con papel de horno o silpat.
  • Pre-calienta el horno a 175º.
  • Pesa, mezcla y tamiza junto: la harina común, la maicena, la levadura, el bicarbonato y la sal. Reserva.
  • Pesa la clara de huevo o desclara los huevos y reserva.
  • En el bol de la batidora pon el azúcar junto a la ralladura y con la pala o el accesorio mezclador de tu batidora, bate un par de minutos. La fricción de los granos de azúcar con la ralladura hará que los aceites de la cáscara de cítricos impregne el azúcar, para aromatizar el bizcocho.
  • Añade la mantequilla y bate, a velocidad media (ascendente) 10 o 12 minutos, hasta que esté muy cremoso, blanco y esponjoso.
  • Añade la vainilla y, si lo vas a añadir, el extracto de princesa.
  • Despacio, batiendo a velocidad suave, añade el aceite en forma de hilo que cae sobre la pared del vaso.
  • Batiendo a velocidad suave ve añadiendo las claras, puedes hacerlo en 2 o 3 adiciones. Bate hasta que la mezcla esté lisa, suave y muy cremosa.
  • Retira el bol de la batidora y, a mano, con movimientos lentos, cuidando de no batir en exceso, incorpora la mezcla de harina, intercalándola con la crema agría. Bate justo hasta incorporar.
  • Pesando a masa, o utilizando una cuchara de helado o una medida de taza, añade la misma cantidad de masa en cada uno de los moldes (yo preparé 3 bizcochos de 250 gr.)
  • Hornea 22 minutos a 175 º. Deja que los bizcochos se enfríen sobre una rejilla. Desmolda cuando estén fríos.

Notas

Puedes utilizar harina de repostería, en lugar de la mezcla de harina común y maicena: 300 gr. de harina de repostería

Puedes encontrar esta receta en el libro de Molly,  Molly on the range y en su blog.

Puedes probar, trastear, usarla para adaptar tu receta de vainilla -la de siempre, la de casa- y si te animas a hacerla como sobao gigante, como yo, cuidado ¡Es fuertemente adicitivo!

Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

Crema pastelera

Crema pastelera

Crema pastelera sin dramas, grumos ni cataclismos

Dos recetas de crema pastelera + todos los básicos para que te salga perfecta

Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

La crema pastelera tienes su aquel. Sí. No eres tú, ni tampoco soy yo. Ni el cazo. Es ella.

Como todas las cremas con base de huevo cocido, traidoras comadrejas, tiene su técnica, su ojo de abuela, su Je ne sais quoi, que viene a ser su control de las temperaturas.

Por eso, dos recetas y un truco, para que tu crema pastelera sea perfecta.

Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

Creo que tenía 10 años la primera vez que intenté preparar crema pastelera.

Como niña gorda que fui, era una acérrima admiradora de los bollos rellenos de crema pastelera, y como parte de este fanatismo mío, me dispuse a preparar crema pastelera.

Armada con el libro «1001 Recetas», de cuando los libros de cocina venían sin fotos, con el último volumen, el bueno, el de los postres, me puse a la tarea.

El resultado fue un engrudo grumoso-y muy dramático-que costó un cazó y 6 huevos.

Mi madre me miraba, incrédula, con toda la fe en una hija de la que una madre manchega es capaz -poca-, como si ella ya supiera -las madres siempre los saben- cómo iba a acabar la cosa.

Desde entonces, mucho ha llovido y muchos huevos han entregado su vida para que hoy pueda decirte que si te explican dos pasos clave y cuatro cosillas a tener en cuenta, la crema pastelera sale perfecta, a la primera, sin batidora de rescate, sin dramas y, sobre todo ¡Sin grumos!

Crema pastelera:

Crema pastelera: básicos, técnica y cacharros

Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.
Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.
Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

¿Qué es?

La crema pastelera es una crema de leche y yema de huevo que se prepara en caliente.

Para lograr esa textura gruesa y densa se utiliza almidón como espesante y está es la diferencia básica entre la crema pastelera, la crema inglesa y todas las cremas que se presentan bajo el nombre de «curd», tengan o no leche como base.

¿Para qué se utiliza?

Es una crema básica que sirve tanto para rellenar dulces como para preparar otras cremas como la muselina, el chiboust, la crema de mantequilla alemana o la crema diplomática.

Tradicionalmente sirve para rellenar milhojas, profiteroles o éclairs.

¿En qué se diferencia de una crema inglesa?

Ambas se elaboran de forma similar y su aspecto también es parecido pero la diferencia fundamental es su textura, que se debe el espesante con que se elaboran.

La crema inglesa es mucho más fina y ligera, más delicada, debido a que la crema inglesa se elabora sin añadir espesantes adicionales. Su consistencia se logra con la coagulación de la yema de huevo, controlando la temperatura de forma precisa durante el cocinado.

Durante la cocción, las proteínas del huevo se coagulan, cuajan. Por eso la crema no debe calentarse por encima de 85º, ya que por encima de esta temperatura las proteínas se coagulan demasiado y forman grumos, arruinando la crema, que debe tener una textura lisa y suave.

Al preparar crema inglesa no se añade almidón, maicena ni harina y hay que ser mucho más cuidadoso con la temperatura.

¿Qué clase de almidón se utiliza para espesar la crema?

Puede utilizarse tanto almidón de maíz (maicena) como de trigo (harina de trigo), sin embargo al cambiar la fuente de almidón se altera ligeramente la textura de la crema.

También es posible utilizar crema en polvo como espesante.

Utilizando maicena se logra una crema más fina y ligera. Al utilizar harina o crema en polvo la crema sale más gruesa, por eso suele utilizarse menor cantidad de estos espesantes, para no alterar demasiado la textura ni terminar con una crema demasiado gruesa.

Si no tienes maicena debes añadir menos cantidad de harina de la que añadirías de maicena.

¿Es difícil hacer crema pastelera?

En realidad no. Pero requiere ser preciso en la elaboración, y, una vez que empiezas a prepararla, ser rápido.

Una vez que empieces el proceso es bastante rápido, unos 15 minutos.

Por eso prepara la mise en place antes de llevar la leche al fuego, e importante, antes de añadir el azúcar a las yemas.

¿Por qué es importante tener listos todos los ingredientes antes de empezar?

Aunque el azúcar actúa como protector de temperatura para las yemas en el momento de añadir la leche caliente, porque evita que las proteínas del huevo se coagulen formando grumos, una vez que añades el azúcar a las yemas es importante que blanquees la mezcla (que batas enérgicamente y con frecuencia las yemas con azúcar) durante los minutos, que no son muchos, que tarde la leche en romper a hervir, ya que el azúcar puede «quemar» las yemas.

¿Qué dificultad tiene?

La crema pastelera sólo tiene dos momentos en los que es fácil liarla, el momento de añadir la leche a las yemas, porque puedes cuajar las yemas debido al calor de la leche; y el tiempo de cocción hasta que la crema espesa, porque, si te despistas, las crema puede pegarse al cazo o pueden formarse grumos.esa

 

Crema pastelera:

Crema pastelera: momentos que importan

Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.
Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.
Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

1. Para evitar que las yemas cuajen cuando añades la leche caliente es muy importante haber blanqueado las yemas junto al azúcar.  El azúcar, si está bien mezclado con la yema de huevo, hace que el riesgo de que aparezcan grumos sea menor. Bate el azúcar con las yemas hasta que la mezcla esté gruesa y espumosa. No dejes las yemas abandonadas una vez hayas añadido el azúcar y no añadas la leche si no ves que las yemas están bien cremosas, esponjosas y han emulsionado con el azúcar.

2. Para evitar que la leche caliente cocine las yemas, además de haber blanqueado las yemas (emulsionado hasta lograr una mezcla cremosa), añade la leche en varias adiciones sin dejar de batir suavemente mientras lo haces. Yo coloco un pañito de cocina bajo la base del bol, para evitar que patine, y, batiendo suavemente con una mano, añado la leche en 2 o tres veces, despacito, mezclando hasta que la crema recupera su aspecto, antes de continuar con el resto de la leche, hasta terminar.

3. Para evitar que la crema haga grumos durante la cocción, devuelve a fuego fuerte, sin dejar de batir. No te despistes. Llévate una coca-colita al lado de los fuego, y deja que el mundo te espere, porque en este rato, tú estás haciendo crema pastelera: bate de forma continua. Enérgicamente al principio; suave, pero continuo después, hasta que, al sacar la cuchara y pasar la yema del dedo por la superficie puedas trazar una líneay los lados no se junten. En este momento está lista. Retira del fuego inmediatamente.

¿Necesito vainas de vainilla para hacer crema pastelera?

Aunque tradicionalmente la crema pastelera se ha aromatizado siempre con las semillas raspadas de una vaina de vainilla, puedes aromatizar la crema como más te guste, no sólo con vainilla. Puedes infusionar la leche con cáscara de cítricos, añadir ralladura de naranja, limones, mandarina, limas o especiar la crema.

Sin embargo, sí es cierto que la crema tradicional sabe a vainilla, por lo que si este es el sabor que quieres añadir y tienes a mano vainilla en rama, vainas que sean frescas, gruesas y de buena calidad genial ¡Úsalas! (huye, pero muy lejos, de las vainas que compras en el super, si parece un palito seco reseco, no la compres, no merece la pena). Si no tienes vainas, pero tienes en casa un extracto de calidad o vainilla en pasta de la «güena güena», te servirán perfectamente.

*La vainilla está tan cara que acaba de darme un aneurisma al buscar enlaces para dejarte*

Yo compro las vainas de vainilla aquí. Si bien es cierto que al menos consigues vainas de vainilla de una calidad bastante aceptable, han duplicado su precio de unos dos años aquí (y eso me cabrea maximamente).

Esta vainilla en pasta es, para mi gusto, la mejor. Sin embargo su precio se desbocó tanto que muchas tiendas ya no la comercializan. Puedes encontrarla en Amazon.uk, pero no envían a España, con lo que, un amigo en Londres puede ser muy útil ante esta circunstancia.

Actualización: Hace unos meses ha empezado a hacerse popular la pasta de vainila Eurovainille. Es una pasta de vainilla natural y, quizá hayas visto, que es la vainilla preferida del momento. Yo la compro en María Lunarillos.

Según mi experiencia, María Lunarillos es en este momento la tienda en la que puedes encontrar una variedad y oferta mayor en lo que a vainilla se refiere. Puedes compra Pasta Nielsen Massey, eso sí, a un precio muy alto. Aún así, es el capricho apetecible, no cabe duda.

Por supuesto, puedes utilizar extracto de vainilla, pero, igual que con las vainas de vainilla, huye de cualquier extracto que puedas encontrar en el supermercado. Este es de muy buena calidad y a través de Amazon parece que puedes conseguirlo a un precio más moderado, aunque los gastos de envío encarecen un poquito la compra.

Este extracto da buen aroma y sabor, sin embargo es un extracto químico, no sé si alguna vez tuvo contacto con ningún producto natural relacionado con auténtica vainilla. Es útil para cremas blancas, cuando no quieres que queden semillitas y, tratándose de un extracto químico, es de buena calidad y aporta buen sabor.

Tanto utilizando vainas de calidad, como pasta o extracto puedes lograr un delicioso aroma a vainilla, sin embargo, el modo de añadirla varía según el producto que utilices para aromatizar, tal y como explica Miriam, de «El invitado de invierno» en este post.

*La explicación está en el apartado de «Consejos y dudas», pincha directamente o continua hasta el final de la receta de Galette de Rois de Miriam. Huelga decir que me declaro muy fan de su blog, acólita total y fiel seguidora. Echa un vistazo a sus recetas ya que vas para allá, aprende, consulta y échate una risas buenas con su maravillosa forma de escribir.*

Tal y como explica Miriam, si utilizas vainas de vainilla para aromatizar la crema, abre la vaina por la mitad, raspa las semillas, y añade tanto las semillas como la vaina a la leche, antes de llevar al fuego, de esta forma el calor te ayudará a extraer los aromas. Luego hay que colar esta leche para retirar la vaina.

Sin embargo, si aromatizas con vainilla en pasta o extracto, no añadas la vainilla hasta el final de la elaboración, cuando hayas retirado la crema del calor, ya que, al tratarse de un extracto ya procesado, los aromas ya se han extraído durante la elaboración del producto, por lo que el calor puede restar aroma.

Aquí tienes un post más sobre vainilla, dónde comprarla y qué pastas son las que más me gustan a mí.

Crema pastelera:

Dos recetas infalibles de crema pastelera

Yo, reina del grumo, preparo dos recetas de crema pastelera que dan resultado, aunque te empeñes en que no: la receta de Mélanie Dupuis, con la que puedes hacer la mejor crema pastelera que haya probado este ser humano; y la infalible receta de Paco Torreblanca.

Te dejo ambas recetas, puedes probar ambas y quedarte con la que mejor resultado de para ti o con la que más te guste. Ambas son maravillosas y no puedo elegir.

Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

Crema Pastelera de Mélanie Dupuis

Receta del Gran manual del Pastelero

Ingredientes
  

  • 500 gr. de leche
  • 100 gr. de yema de huevo
  • 120 gr. de azúcar
  • 50 gr. de maicena
  • 50 gr. de mantequilla Opcional

Elaboración paso a paso
 

  • Prepara los ingredientes antes de empezar y déjalos dispuestos de forma que todos estén listos y accesibles.
  • Prepara también una varilla o dos, una espátula, varios boles…
  • *Si se trata de una crema para helado, prepara un bol profundo con agua fría y cubitos de hielo, para sumergir la crema recién retirada del fuego y hacer un “pasteurizado” casero, tratando de enfriar rápidamente la crema caliente -este paso te ayudará a prevenir la formación de bacterias, aunque teóricamente todas fenecen durante el cocinado-.
  • Prepara un bol con un colador bien encajado, para colar la crema en cuanto retires del fuego.
  • En un bol pon las yemas de huevo.
  • En un cacito bien limpio pon la leche, junto con, si vas a utilizarla, la vaina de vainilla y las semillas (o la cáscara de cítricos, la ramita de canela, etc). Lleva la leche al fuego y caliéntala hasta que rompa a hervir.
  • Mientras, añade el azúcar a las yemas y BLANQUEA la mezcla: bate enérgicamente con una varilla -cuanto más amplia y redondita mejor-, hasta que este espumosa, gruesa y doble su volumen. Puede tardar unos minutos en emulsionar. Yo lo hago a mano, aunque puedes hacerlo con tu batidora eléctrica con el accesorio varilla. Aunque no es necesario que batas sin parar, no dejes la mezcla sin batir demasiados minutos. Bate hasta blanquear, y, después, bate de vez en cuando, para evitar que la mezcla pierda demasiado volumen.
  • Añade la maicena, previamente tamizada, a las yemas + azúcar.
  • Una vez que la leche rompa a hervir, retira la vaina de vainilla, y, con cuidado de no quemarte, comienza a añadir la leche a las yemas, sin dejar de batir suavemente. Añade un chorrito, aproximadamente un tercio de la leche y mezcla bien, para ir calentando poco a poco las yemas, y evitar que cuajen.
  • Añade el resto de la leche. Puedes hacerlo poco a poco, de forma continua, o añadir en un par de veces. Bate.
  • Devuelve la mezcla al fuego, sin dejar de batir enérgicamente, mientras va espesando. Sigue mezclando mientras la leche esté en el fuego, ya que es fácil que la crema se pegue al fondo, o empiecen a formarse grumos.
  • Cuando la crema comience a espesar, sigue mezclando hasta que rompa a hervir (las natillas nunca deben llegar a hervir, porque se trata de una crema inglesa, sin embargo, según esta receta, la crema pastelera debe romper a hervir); calcula 3 minutos de hervor por cada litro de leche (en este caso con un 1 minuto y medio de cocción la crema estará lista).
  • Si no estás segur@ de si ha espesado bastante haz la prueba de la cuchara -saca la cuchara y pasa la yema del dedo por la superficie trazando una línea, si nos extremos no se juntan de nuevo, está lista).
  • En este momento retira del fuego y vierte sobre un bol (preparado con el colador). Una vez que hayas colado la crema, fuera del fuego, incorpora la vainilla y la mantequilla cortada en cubitos, mientras remueves suavemente para que se vaya derritiendo.
  • Si se trata de una crema para helado, sumerge este bol en el baño frío, con mucho cuidado de que el agua no llegue a tocar la crema o la dañará.
  • En cuanto termines la elaboración, cubre con film a piel, es decir, que el film toque directamente la superficie de la crema, ya que las cremas elaboradas con lácteos, tienden a formar una película en su superficie cuando están calientes. Esta película es similar a la que se forma en la leche al calentarla y se produce porque las proteínas se coagulan y la superficie se deshidrata. Para evitarla, cubre siempre las cremas preparadas con nata o leche mientras están calientes. Una vez frías ya no se formará esa capita, pero se resecará, por eso conserva siempre bien cubierta.
Crema pastelera. Receta de crema pastelera. Cómo hacer crema pastelera.

Crema Pastelera: Receta de Paco Torreblanca

Ingredientes
  

  • 800 ml. de leche entera
  • 200 ml. de nata
  • 8 yemas de huevo
  • 250 gr. de azúcar
  • 1 vaina de vainilla raspada o esencia de vainilla
  • 80 gr. de maicena * Tamiza previamente la maicena, de esta forma no puede quedar ningún grumo en la crema.
  • Hebras de azafrán / Una ramita de canela y cáscara de limón. *Opcional: Para infusionar añadiéndolo a la leche + nata y colar después, como harías con la vaina de vainilla.

Elaboración paso a paso
 

  • Prepara los ingredientes antes de empezar y déjalos dispuestos de forma que todos estén listos y accesibles.
  • Prepara también una varilla (o dos), una espátula, y, si se trata de una crema para helado, prepara un bol profundo con agua fría y cubitos de hielo, para sumergir la crema recién retirada del fuego y hacer un “pasteurizado” casero, enfriando rápidamente una elaboración caliente -este paso te ayudará a prevenir la formación de bacterias, aunque teóricamente todas fenecen durante el cocinado-.
  • Prepara un bol con un colador bien encajado, para colar la crema en cuanto retires del fuego.
  • En un bol pon las yemas de huevo.
  • En un cacito bien limpio pon la leche, junto con, si vas a utilizarla, la vaina de vainilla y las semillas (o la cáscara de cítricos, la ramita de canela, etc. Lleva la leche al fuego y caliéntala hasta que roma a hervir.
  • Mientras, añade el azúcar a las yemas y BLANQUEA la mezcla: para hacerlo, con una varilla -cuanto más amplia y redondita mejor- bate enérgicamente la mezcla, hasta que este espumosa, gruesa y doble su volumen. Puede tardar unos minutos en emulsionar. Yo lo hago a mano, aunque puedes hacerlo con tu batidora eléctrica con el accesorio varilla.
  • Aunque no es necesario que batas sin parar, no dejes la mezcla sin batir demasiados minutos. Bate hasta blanquear, y, después, bate de vez en cuando, para evitar que la mezcla pierda demasiado volumen.
  • Añade la maizena, previamente tamizada, a las yemas + azúcar.
  • Una vez que la leche rompa a hervir, retira la vaina de vainilla, y, con cuidado de no quemarte, comienza a añadir la leche a las yemas, sin dejar de batir suavemente. Añade un chorrito, aproximadamente un tercio de la leche y mezcla bien, para ir calentando poco a poco las yemas, y evitar que cuajen.
  • Añade el resto de la leche. Puedes hacerlo poco a poco, de forma continua, o añadir en un par de veces. Bate.
  • Devuelve la mezcla al fuego, sin dejar de batir enérgicamente, mientras va espesando. Sigue mezclando mientras la leche esté en el fuego, ya que es fácil que la crema se pegue al fondo, o empiecen a formarse grumos.
  • Cuando la crema comience a espesar, sigue mezclando hasta que rompa a hervir (las natillas nunca deben llegar a hervir, porque se trata de una crema inglesa, sin embargo, según esta receta, la crema pastelera debe romper a hervir); calcula 3 minutos de hervor por cada litro de leche (en este caso con un 1 minuto y medio de cocción la crema estará lista).
  • Si no estás segur@ de si ha espesado bastante haz la prueba de la cuchara -saca la cuchara y pasa la yema del dedo por la superficie trazando una línea, si nos extremos no se juntan de nuevo, está lista).
  • En este momento retira del fuego y vierte sobre un bol (preparado con el colador). Una vez que hayas colado la crema, fuera del fuego, incorpora la vainilla y la mantequilla cortada en cubitos, mientras remueves suavemente para que se vaya derritiendo.
  • Si se trata de una crema para helado, sumerge este bol en el baño frío, con mucho cuidado de que el agua no llegue a tocar la crema o la dañará.
  • En cuanto termines la elaboración, cubre con film a piel, es decir, que el film toque directamente la superficie de la crema, ya que las cremas elaboradas con lácteos, tienden a formar una película en su superficie cuando están calientes. Esta película es similar a la que se forma en la leche al calentarla y se produce porque las proteínas se coagulan y la superficie se deshidrata. Para evitarla, cubre siempre las cremas preparadas con nata o leche mientras están calientes. Una vez frías no ocurrirá.
  • La crema pastelera está lista para usar en cuanto se haya enfriado. Antes de usarla, bate enérgicamente con una varilla para volver a emulsionar. Si necesitas almacenarla, hazlo siempre bien cubierta y refrigerada. Aguanta hasta 3 días en la nevera, pero no da buen resultado si se congela.

Notas

• La crema pastelera está lista para usar en cuanto se haya enfriado. Antes de usarla, bate enérgicamente con una varilla para volver a emulsionar.
• Si necesitas almacenarla, hazlo siempre bien cubierta y refrigerada. Aguanta hasta 3 días en la nevera, pero no da buen resultado si se congela.

Ahora que ya sabes cómo hacer crema pastelera, sólo te queda rellenar unas berlinas, unos profiteroles, unos éclairs, una tarta o llamar a un adulto responsable y decirle que venga por la noche a ponerle un candado a tu nevera.

Preparo dulces porque me pone de buen humor. La mantequilla hace feliz a la niña gorda que fui, así que nunca falta en mi nevera.

Atesoro kilos de harina, azúcar y chocolate y creo que deberían hacer perfume con el olor de la levadura fresca.

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